LAS VEGAS. La pelea entre Floyd Mayweather Jr. y Connor McGregor podría tener una audiencia solo en Estados Unidos de 50 millones de personas, con lo que rompería el récord de pago por evento de toda la historia, en gran parte por las fiestas particulares que están siendo organizadas para ver el espectáculo, según los expertos de deportes de combate y de televisión. 

Si lo logra, la pelea del sábado abatirá el récord de ingresos de paga por ver que estableció la pelea de Mayweather contra Manny Pacquiao hace dos años. 

El improbable desafío de McGregor a Mayweather Jr. podría ser un buen pretexto para que la gente invite a los amigos y a la familia a fiestas pequeñas o grandes para un poco de desahogo emocional y violencia controlada. 

“Es un evento cultural que atraviesa toda la demografía y todos los factores sociales y económicos”, opinó Mark Taffet, quien anteriormente dirigió el departamento de pago por evento de HBO. “La gente se reúne para divertirse y seguramente necesitamos una excusa para divertirnos”. 

Taffet dijo que aunque un promedio de cinco o seis personas se reúnen normalmente para observar un evento de paga por ver, no le sorprendería que esta pelea promedie 10 personas por hogar. Si vende cinco millones de pagos por vista, como se prevé ampliamente, el espectáculo podría ser visto por casi uno de cada seis estadounidenses. 

La pelea también será vista por millones de personas más en todo el mundo. Los promotores dicen que estará disponible en línea o en pantallas de televisión para más de mil millones de hogares en 200 países. 

Aunque las ventas de boletos han sido lentas en Las Vegas –en gran parte debido a los precios astronómicos–, la pelea se está perfilando como algo que no hay que perder por televisión a cambio de $99.95. Se espera que números récord de personas paguen por ver la pelea y que muchos traten de compartir el costo de la transmisión con amigos y familiares a los que inviten. 

Taffet dijo que la gente tratará el evento como un Super Bowl, reuniéndose en un número mayor que el habitual.