Joseph Serrano tenía grandes aspiraciones en el boxeo, pero todos sus sueños desvanecieron en un abrir y cerrar de ojos.

Hace exactamente siete años, el destino de Joseph tomó un inesperado desvío cuando, mientras se dirigía a una sesión de entrenamiento en el gimnasio Bairoa de Caguas, fue sorprendido por un sicario a sueldo que le realizó tres disparos: uno a la cabeza, otro en el antebrazo izquierdo y un tercero en la pierna izquierda.

No obstante, Joseph se mantiene firme y en pie de lucha, soñando con lo que pudo haber sido de su carrera en el boxeo rentado y esperanzado de que algún día, esté suficientemente saludable para hacer, por lo menos, una pelea más.

“Ya soy campeón porque de la muerte, viví”, asegura con total convicción el joven que radica en Pensilvania, junto a su familia  sobre cómo su vida cambió aquel 2 de marzo de 2005.

Durante los pasados años, el medallista dorado de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2003 y ex olímpico (Atenas 2004) ha enfrentado con valentía los obstáculos que ha encontrado  en su camino a medida que se recupera, poco a poco, del vil atentado a tiros contra su vida, ocurrido un día como hoy, hace exactamente  siete años.

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