Luego de un 2023 lleno de tropiezos, el campeón junior mosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Jonathan “Bomba” González, quiere comenzar este año con el pie derecho.

Por primera vez desde que se adentró al profesionalismo, González (27-30-1 y 14 KO) estuvo un año completo inactivo, ya que se vio obligado a cancelar las dos peleas que tenía programadas debido a percances de salud.

El 8 de abril estaba pautado a medirse al japonés Kenshiro Teraji, pero no pudo porque arrojó positivo a micoplasma. Luego, el 27 de octubre iba a defender su faja ante el nicaragüense Gerardo Zapata y también se retiró del pleito, pero por un contagio a influenza.

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Por esta razón, Bomba buscará dejar atrás un 2023 para el olvido este 2 de marzo, cuando arriesgue su faja de las 108 libras ante su compatriota René “El Chulo” Santiago, en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

“Yo quiero estar activo este año. El 2023 fue mi peor año. Me enfermé en dos ocasiones y fue de los peores años de mi carrera. Si me consiguen dos o tres peleas este año yo seré feliz, aunque mi contrato dice que debo tener dos anualmente. Me encantaría pelear ahora, después en verano y a fin de año”, comentó González en entrevista con Primera Hora.

Bomba aseguró que su sueño es convertirse en supercampeón de la OMB. Para eso, tendrá que defender con éxito su título cinco veces y esta sería su tercera ocasión arriesgando el cinturón.

Sin embargo, González no tendrá una tarea fácil este 2 de marzo. Santiago ganó en octubre el campeonato interino de las 108 libras de la OMB, tras noquear al nicaragüense Kevin Vivas, y tiene una foja de 12-3 y nueve KO.

Pocas veces se ven a dos boxeadores puertorriqueños chocar en un cuadrilátero (por un título). Son peleas que provocan reacciones diversas entre los seguidores del deporte por el patriotismo con el que se percibe el boxeo. Incluso, González confesó que, al principio, no quería este combate, pero lo tomó porque era el mandatorio.

“Es una pelea que yo no quería como persona. Pero, una vez la OMB me la ordenó, hay que hacerla. Es un boricua, pero hay que hacer nuestro compromiso para seguir adelante y conseguir peleas más grandes”, indicó.

“Es uno de la patria. Es una pelea que yo no visualizaba en este momento, aunque estaba entre los clasificados. Yo pensaba como que: ‘Hay cuatro organismos y él se puede ir por otro lado’. Pero, él se ganó su oportunidad”, agregó.

Como si fuera poco, por primera vez González tendrá en su esquina al entrenador de Amanda Serrano, Jordan Maldonado. El campeón mundial ha estado preparándose para este pleito junto a Serrano y Maldonado, desde hace tres a cuatro semanas.

“Mi raíz es boxear y ser inteligente. Estoy adaptándome ahora mismo a entrenar junto a Amanda y lo que es el alto volumen de golpes. Jordan es un entrenador que es bien exigente y está ahí dándome en el pecho, diciéndome: ‘Hay que seguir’. El 2 de marzo van a ver un Bomba diferente”, afirmó.

Inicialmente, el boxeador empezó su relación con Serrano, cuando la siete veces campeona divisional se convirtió en su manejadora hace unos meses. No obstante, González le hizo un acercamiento a Maldonado para llevar más allá el nuevo vínculo entre ambos púgiles.

“Yo me senté con ellos, vi el escenario y les dije: ‘Si vamos a trabajar, vamos a trabajar por completo’, y me dijo que sí. Una vez me dijo que sí, me integré rápido”, contó.