McWilliams Arroyo quería dar una gran demostración antes su gente. Y vaya que lo consiguió.

El fajardeño se apuntó un impresionante nocaut técnico contra el mexicano Víctor Ruiz Rocha en pleito que formó parte de las peleas preliminares de la cartelera “La Guerra” que se lleva a cabo en el Coliseo José Miguel Agrelot en Hato Rey.

La parte culminante llegó en el tercer asalto cuando Arroyo (16-2, 13 KO) le conectó un tremendo gancho de zurda que tumbó Ruiz (18-5, 13 KO) y segundos lo remató en la esquina con gancho de derecha lo que llevó al árbitro Ramón Peña a detener el combate a los 1:32 del tercer asalto.

“Me estaba velando el gancho y decidí cambiar a la derecha y gracias a Dios salimos bien” dijo luego de la pelea Arroyo, quien no le impresionó el gancho de zurda que conectó en el tercer capítulo, el segundo que logró en la pelea luego de dar el mismo golpe en el primer asalto.

La demostración de Arroyo fue muy impresionante, pero este no quiso que su gran labor en el ensogado se le vaya a la cabeza.

“Yo me creo un boxeador más y no voy a pensar que lo hice excelente. Voy a ver el vídeo, ver los errores y seguir entrenando. Mi sueño no es ganar hoy, es buscar un título mundial”, sostuvo Arroyo, quien desea una revancha contra el tailandés Amnat Ruenroeng, contra quien perdió de manera controversial el pasado mes de septiembre en Tailandia.

En el primer asalto, Arroyo comenzó en fuego con certeros ganchos al rostro de Ruiz. El fajardeño dominó con mejor técnica y en los segundos finales del capítulo le conectó un tremendo gancho de zurda que tumbó a Ruiz, pero este se pudo levantar justo al sonido de la campana para seguir con vida en el combate.

El castigo que propinó Arroyo se fue acumulando en el segundo asalto, y para el tercero llegaron los ganchos que sentenciaron el combate.

Retiene “Chelo” González

Por otro lado, José “Chelo” González retuvo su cetro latino de las 135 libras de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) al vencer por nocaut técnico al mexicano Marvin Quintero.

El pleito llegó a su fin al primer segundo del sexto asalto, cuando el médico de la pelea indicó que Quintero no podía continuar en el combate por una lastimadura en el tobillo derecho.

Quintero (26-6, 22 KO) se lesionó cuando en el quinto asalto pisó accidentalmente a González (24-1, 19 KO), quien aun así no pudo aprovechar la desventaja de su rival. El mexicano siguió en la pelea a pesar del dolor y pudo terminar el asalto.  Quintero se molestó ante la decisión de parar la pelea, pero al final aceptó la recomendación médica.

La determinación no fue nada del agrado del público que abucheó que se detuviera la pelea. De hecho, en varias ocasiones la afición se expresó con molestia durante el combate por la poca acción exhibida.

El mejor asalto de la pelea fue el cuarto, cuando ambos se fueron al toma y dame, no obstante, todo cambió en el quinto con la lesión de Quintero.

John Karl Sosa ganó, pero no impresionó

El cagüeño John Karl Sosa es proyectado como uno de los prospectos del patio, pero en la noche del sábado tuvo una presentación poco auspiciosa, pero aun así salió por la puerta ancha.

Sosa (13-0, 6 KO) venció por decisión unánime a Joaquín Chávez (9-24-3, 2 KO) en un pleito de muy poca acción que provocó sonoros abucheos del público reunido en el “Choliseo”.

Sosa comenzó fuerte el combate ante un Chávez que en realidad no se presentó a pelear. Sosa conectó buenos golpes en la primera mitad de la pelea, pero estos no llegaban a lastimar al californiano.

El resto de la pelea se tornó en una lenta de muy poca acción, lo que provocó que el público comenzara a abuchear sin misericordia. Sosa apenas atacó los planos de Chávez y solo buscaba los golpes arriba, pero sin contundencia.

Sosa se apuntó un knockdown en el octavo asalto, pero sin muchas consecuencias. La acción fue tan poca, que en un momento dado el árbitro, Ramón Peña, le pidió a ambos púgiles que se pusieran a pelear.

Sosa, quien está firmado con Golden Boy Promotions, se llevó la decisión de los tres jueces, 80-71, pero no así el favor del público, que abucheó la decisión, más bien, por lo poco demostrado por ambos boxeadores.