Félix “Tito” Trinidad y Oscar de la Hoya: A un paso de la inmortalidad
Hoy se anunciará su exaltación al Salón de la Fama del Boxeo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Los protagonistas de la Pelea del Milenio justo al cierre del siglo pasado, el puertorriqueño Félix “Tito” Trinidad y el mexicano-estadounidense Oscar de la Hoya, conocerán hoy si, como todo el mundo anticipa, serán dos de los boxeadores que ingresarán al Salón de la Fama del Boxeo el verano del año próximo.
Trinidad, un cinco veces campeón mundial en tres categorías y quien hizo carrera entre 1990 y 2008, es posiblemente el boxeador puertorriqueño más popular en la historia del deporte. Fue monarca en las 147, 154 y 160 libras y combatió con la crema de la crema en su tiempo, incluidos peleadores de la talla de Bernard Hopkins, Pernell Whitaker y Ronald “Winky” Wright, entre muchos otros.
De la Hoya, por su parte, ganó cetros mundiales en las 130, 135, 140, 147, 154 y 160 libras en una carrera que transcurrió entre el 1992 y el 2008. En su tiempo en el boxeo también chocó con grandes púgiles como Manny Pacquiao, Floyd Mayweather Jr. y Fernando Vargas.
Se espera que los dos ingresen juntos al Salón de la Fama en una ceremonia pautada para algún momento entre el 5 y el 8 de junio de 2014 en Canastota, Nueva York. Pero antes, hoy a las 2:00 p.m. hora de Puerto Rico, se conocerá si ambos han sido electos para el recinto.
Por ello, conscientes de esa expectativa, repasamos tres de las mejores peleas de ambos candidatos así como su gran momento en la Pelea del Milenio.
La pelea del Milenio
18 de septiembre de 1999
El boxeo rentado no había visto en varias décadas una pelea unificatoria del peso wélter tan nivelada como aquella. En duelo de invictos, el mexicano-californiano y máxima estrella del boxeo profesional recibiría una paga garantizada de $21 millones por chocar con el dueño de los corazones del pugilismo boricua y latinoamericano, quien cobraría $8.5 millones. Ambos peleadores podían ganar otros $7 y $4 millones, respectivamente, por las ventas del pague-por-ver. Por mala suerte, la pelea sobre el ring no fue tan electrificante como prometía. De la Hoya dominó la primera parte del combate manejando gran boxeo, pero Trinidad se llevó la segunda, acortando la distancia que buscaba mantener el mexicano para proteger lo que creía que era ya una victoria segura. Al final de los 12 asaltos, el juez Jerry Roth favoreció a Trinidad por votación 115-113, Bob Logist hizo lo propio por 115-114 y Glen Hamada dio un juicio empate a 114-114 para que Trinidad se alzara con el triunfo por votación mayoritaria. La tarjeta independiente de Prensa Asociada vio a De la Hoya como ganador por 115-113 y la también no oficial opinión de Harold Lederman, de HBO, dio el combate como un empate a 114-114.
Tito Trinidad
vs. Ricardo Mayorga
2 de octubre de 2004
Luego de perder su invicto ante Bernard Hopkins el 29 de septiembre de 2001 y después de una victoria por nocaut sobre Hacine Cherifi el 11 de mayo de 2002, Trinidad se acogió a su primer retiro. El descanso llegó a su fin en Nueva York, en octubre de 2004, día en el que la Titomanía se reactivó cuando Trinidad derrotó al bocón de Ricardo Mayorga derribándolo en tres ocasiones en el octavo asalto. De aquel combate es memorable cómo el nicaragüense se atrevió a poner su quijada como blanco no protegido y soportó varias izquierdas de Trinidad en el inicio del combate.
vs. Fernando Vargas
2 de diciembre de 2000
Trinidad unificó la corona superwélter de la AMB con la correa de la FIB que poseía el mexicano-californiano. El combate fue uno de alta energía e intensidad; posiblemente, la pelea más fuerte que enfrentó Trinidad aparte de sus derrotas ante Bernard Hopkins y Ronald “Winky” Wright. El Orgullo de Cupey Alto derribó a Vargas en cinco ocasiones, dos de ellas en el primer minuto, y tres en el asalto final, para alzarse con una victoria por nocaut técnico en 12 vueltas. El isleño, sin embargo, se tuvo que reponer también de una caída en el cuarto asalto. Pese a su dominio, el combate fue una guerra e hizo crecer el valor de Tito como un guerrero.
vs. Luis Ramos “Yori Boy” Campas
17 de septiembre de 1994
En su cuarta defensa de título, Trinidad enfrentó una prueba de fuego. El joven de 21 años que se había coronado campeón un año antes al vencer a Maurice Blocker y quien defendió ante Héctor “Macho” Camacho, chocó aquella noche contra el primer mexicano de renombre. Campas tenía marca de 56-0 con 51 nocauts. Y puso su poder en evidencia en el segundo asalto, cuando derribó a Tito, quien también perdió un punto en la tercera vuelta por repetir un golpe bajo. No obstante, en el cuarto round, el boricua comenzó a atacar fácilmente a “Yori Boy” hasta que el árbitro Richard Steele detuvo el combate a los 2:41.
Oscar de la Hoya
vs. Julio César Chávez
7 de junio de 1996
Ultimate Glory fue el nombre del cartel que medía a la estrella de los mexicanos, Julio César Chávez, con el incipiente peleador descendiente de mexicanos que representó a Estados Unidos en las Olimpiadas, Oscar de la Hoya. La pelea no fue grandiosa sobre el ring, principalmente porque en el mismo primer asalto Chávez sufrió una cortadura sobre su ojo izquierdo. En el cuarto episodio, el referí Joe Cortez solicitó la opinión de los médicos sobre la cortadura y, en común acuerdo con ellos, decidió detener el pleito. El desenlace simbólicamente significó el pase del batón del pugilismo mexicano de Chávez a De la Hoya.
vs. Ike Quartey
13 de febrero de 1999
En un combate rudo combate, De la Hoya parecía destinado a sufrir su primera derrota entrando al décimo asalto. El veloz y potente Quartey le había dado con todo a De la Hoya en la primera parte de la pelea, incluso, lo jamaqueó con dos zurdas y una derecha justo al cierre del tercer asalto. Luego, en el sexto, cuando De la Hoya derribó a Quartey con un gancho, el ghanés respondió para también llevar a su rival al piso con otra zurda. Fue una guerra. Y Quartey parecía tener al mexicano acabado, pero en los tres asaltos finales perdió energías y De la Hoya lo dominó con su boxeo en los cruciales 10 y 11 y, luego, en el 12 lo derribó con un gancho de izquierda. Acto seguido, el mexicano hizo todo por llevarse la pelea por la vía del nocaut, pero el africano sobrevivió la andanada de golpes, llevándose también la peor parte en una disputada decisión dividida.
vs. Shane Mosley
17 de junio de 2000
Dos rivales californianos desde tempranas edades en sus carreras, estos dos púgiles se vieron las caras en Los Ángeles. Mosley llegó al pleito invicto, y De la Hoya, con una victoria después de su primer revés ante Trinidad. Durante el combate, el mexicano fue quien asumió todo el tiempo el ataque, pero Mosley fue más rápido y preciso con sus jabs y golpes de poder. Mientras pasaron los asaltos, Mosley fue ganando confianza y conectó los mejores golpes. Así siguió hasta el final, aunque el asalto 12 fue una batalla campal. Al cierre, Mosley dominó, según CompuBox, en la partida de golpes de poder para llevarse la victoria por medio de una disputada decisión.