El expúgil estadounidense, Frankie Randall, el responsable por haberle propinado al mexicano Julio César Chávez su primera derrota en el boxeo rentado, falleció, según publicó en las redes sociales su antiguo entrenador Aaron Snowell.

“Recién me enteré, por parte de DeMarcus Randall, hijo del tres veces campeón Frankie Randall, que el Señor lo ha llamado a casa. El Cirujano seguirá operando desde el cielo con el Señor. Que Dios de consuelo a su familia en este momento difícil. Paz y bendiciones para la familia Randall. Descanse en paz”, publicó Snowell.

Randall fue campeón mundial en tres ocasiones en la división súper ligera (130 libras).

Tenía tenía 59 años. Se desconoce la razón del deceso. Sin embargo, uno de sus hijos reveló que Randall padecía demencia y Parkinson.

“Mi padre tiene demencia pugilística y Parkinson”, dijo su hijo DeMarcus Randall a la revista The Ring a comienzos del 2020. “Tiene una lesión en el lóbulo frontal del cerebro que le afecta el habla, las habilidades motrices y su estabilidad mental. Debido a su condición, mi familia tomó la decisión de internarlo en una casa de cuidados. Él fue un boxeador. Le dio toda su vida al boxeo, y amó su trabajo”.

Randall enfrentó y venció por decisión dividida a Chávez. De hecho, derribó al mexicano en el undécimo asalto. La revancha ocurrió cuatro meses después. Chávez fue favorecido por dos de los jueces 76-75 y 77-74, mientras que el otro favorecía a Randall 76-75 cuando ocurrió un cabezazo accidental que abrió una herida sobre el párpado derecho del mexicano.

La tercera pelea entre ellos ocurrió 10 años después. Esa vez, Chávez ganó por decisión unánime.

En enero de 1993, Randall combatió y noqueó al puertorriqueño Edwin “Chapo” Rosario.