‘El Canito’ Sosa resiste para retener su título
Vence por decisión unánime a Stephen Smith en Montecarlo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
PUBLICIDAD
Jason ‘El Canito’ Sosa tiró a Stephen Smith en el segundo round, le cortó el rostro en el tercero y resistió un remonte del retador en las postrimerías del pleito para retener su corona júnior ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) por decisión unánime hoy en Montecarlo, Mónaco.
La votación oficial fue 116-111, 117-110 y 116-112 para Sosa.
“La razón por la que soy campeón es por todo el trabajo que hicimos en el gimnasio. Nuestro plan salió a la perfección”, dijo Sosa, quien terminó con el ojo derecho inflamado.
Fue la primera defensa del boricua, quien ganó el título noqueando a Javier Fortuna en Pekín, China.
“Eso es lo que hace un verdadero campeón, viaja el mundo y pelea con los mejores”, agregó Sosa, residente en Nueva Jersey.
“Creo que no han visto lo mejor de mí todavía. Seré campeón mundial”, dijo por su parte Smith, quien en su primera oportunidad titular perdió por decisión ante el también campeón mundial boricua, José Pedraza.
Sosa (20-1-4, 15 nocauts) pegó bien su 1-2 y sacudió al retador en el asalto inicial, primero con una diestra al cuerpo y más tarde con un gancho zurdo en contragolpe al mentón. Smith llegó con un jab defensivo varias veces y con una derecha luego.
Sosa tiró a Smith en el segundo y su estilo de presión continua tenía en aprietos al retador.
El campeón le abrió una herida al retador en la parte de afuera del ojo derecho con un perfecto gancho zurdo en el round tres. El liverpudiano intentaba guapear con el boricua, pero recibía la peor parte.
En el sexto, Smith (24-2, 14 nocauts), séptimo clasificado por la AMB en las 130 libras, remontó, haciendo retroceder a Sosa con presión y ofensiva desde ángulos incómodos. El boricua estuvo más pasivo en esta vuelta y recibió un oper al cuerpo en los momentos finales.
Abriendo el séptimo, Smith encaró al campeón en el centro del ring, pero una derecha de Sosa lo hizo retroceder casi de inmediato. El retador no se quitaba y a mediados de vuelta acorraló a su oponente contra las cuerdas y trabajó su cuerpo. Poco después, Sosa le llegó a medio cuerpo en el centro del ring. Smith tomó el próximo turno y usó su maña para devolver a su rival a las cuerdas y pegarle bien en los planos bajos.
Mostrando tenacidad, Smith se fue al toma y dame abriendo el octavo y con una derecha arriba hirió al boricua y lo hizo agarrar. Sosa se recuperó y luego entró en un toma y dame con Smith, conectando los mejores golpes.
El retador se fortalecía y en el noveno tambaleó a Sosa con un gancho de izquierda. El campeón parecía agotado y mostrando el efecto de los golpes al cuerpo que le conectaron al en los primeros asaltos. Sin embargo, detuvo un avance de Smith con un recto derecho y gancho izquierdo al rostro.
Sosa salió a presionar en el 10. Smith lo recibió con una buena zurda y ambos volvieron al intercambio en el cuerpo a cuerpo.
Sosa metía sus manos, pero Smith lucía con mayor energía. Cuando sentía presión, el de Liverpool amarraba efectivamente.
En el décimo, el réferi puertorriqueño Roberto Ramírez, hijo, llamó al médico para que examinara la herida del retador. El doctor le permitió seguir peleando y al reinicio Sosa lo castigó bien al rostro.
Sosa intentó llegar con sus golpes de poder en el undécimo y transcurrido un minuto lo logró. Sacudió a Smith con varios ganchos y rectos al cuerpo. Pero pareció quedarse sin gasolina faltando un minuto y Smith aprovechó para soltar sus manos y obligar a Sosa a dar pasos hacia atrás.
Encontrando un segundo aire, el boricua cerró la vuelta con buenas manos.
En el 12, Smith salió a presionar. Sosa fintió y luego intercambió errático con su retador. Smith abrazó y luego retrocedió. En los últimos 30 segundos de combate, Sosa le llegó bien con la zurda.
En la antesala, el invicto peso completo cubano Luis Ortiz no pudo lucir en una victoria por decisión unánime ante un Malik Scott que sencillamente subió al ring para sobrevivir en vez de pelear, mucho menos ganar.
El zurdo Ortiz (26-0, 22 nocauts) salió a presionar a paso lento, jabeando y buscando colar su mano fuerte en recto. Scott respondió casi huyendo cada vez que el cubano amagaba con la zurda.
“Hablan de los cubanos, que corremos. Yo vine a pelear. Vine a pelear. Todo el mundo quiere ver una pelea, quiere ver piñazos. Boxear vale, sí. Pero párate a pelear. Esto es cosa del boxeo. Lo importante es que gané convincente”.
“En mi opinión, Malik estaba asustado desde el primer asalto. Quizás Luis debió presionar. Sabemos que a Malik Scott le gusta moverse y boxear. Pero moverse y boxear es una cosa y huir es otra”, dijo el promotor de Ortiz y del cartel, Eddie Hearn, de Matchroom Boxing.
Por su parte, el británico Jamie McDonnell retuvo su faja peso gallo de la AMB con una controversial victoria por decisión unánime sobre el venezolano Liberio Solís, ex campeón mundial súper mosca de la AMB y la Federación Internacional de Boxeo (IBF). El peso gallo de Maracay presionó desde el cominezo y logró acortar la distancia ante un rival de mayor estatura y alcance.
McDonnell, una de las estrellas de Hearn y su Matchroom Boxing, no pudo mantener su jab y rectos desde lejos y aunque Solís mostró cansancio en la postrimería, nunca estableció su ritmo de pelea.
Aun así recibió el favor de los jueces por votaciones de 116-112, 115-113, y un inverosímil 117-111.
El público abucheó sonoramente la decisión.
"Creo que controlé la pelea. Me lastimé la mano derecha como en el noveno asalto", dijo McDonnell, quien retuvo su corona por tercera ocasión.