Daniel Santos: Víctima de los golpes y la droga
Tras su arresto ayer por una acusación de violencia de género, amigos del púgil analizan las causas de su caída
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Personas cercanas a Daniel Santos dicen que hace uno o dos años su amigo comenzó a comportarse erráticamente.
El Danny inteligente, alegre y creativo que conoció José ‘Chicky’ Laureano como compañero de salón y de gimnasio en el Albergue Olímpico de Salinas, cambió en años recientes.
“Se ha notado su cambio desde hace un par de años. Las ocasiones en que cambiaba su manera de ser, uno se preguntaba y lo tratábamos de ayudar”, dijo Laureano, ahora presidente de la Federación Puertorriqueña de Boxeo.
Otro colega exboxeador es Víctor ‘Luvi’ Callejas, ahora presidente de la Comisión de Boxeo de Puerto Rico, quien notó a Santos cambiante de personalidad de un momento para otro.
Así lo contó ayer cuando acudió a prestar ayuda al medallista de bronce en las Olimpiadas Atlanta 1996, tras su arresto por causa de una caso de violencia de género (Ley 54) contra una expareja en el hogar de ella en Bayamón.
“Cuando lo veo la última vez (en otro incidente) estaba en la misma actitud (defensiva), pero luego cambió cuando vino otro tema, el de sus necesidades en la cárcel y qué podíamos traerle. Él va y viene”, dijo Callejas.
La denuncia contra el dos veces campeón del boxeo establece que el sargento Israel Adams y el policía Jorge Santiago acudieron a la residencia de Santos en Jardines de Parque Escorial en Carolina, para diligenciar la orden de arresto, pero él los amenazó verbalmente con un palo, resistiendo el arresto y agrediéndolos.
La jueza Lirio González Bernal, del Tribunal de Primera Instancia de Carolina, anoche determinó causa para arresto y le impuso $40,000 de fianza. La vista preliminar fue señalada para el 9 de octubre.
¿Pero cómo llegó a caer de esa manera este bayamonés que hizo dinero como púgil, que es inteligente y de personalidad simpática? Todo apunta a las drogas, al distanciamiento de su familia y a los problemas económicos.
Las personas cercanas a Santos no descartan que él use drogas.
Su exentrenador Orlando Rodríguez y el médico Enrique Amy así lo dijeron a Primera Hora el miércoles, cuando plantearon que a Santos le urge ser internado en una hospital siquiátrico para atender su condición de uso de drogas.
Sufre de demencia
De hecho, Amy, quien llegó a decir el miércoles que Santos está en “peligro de muerte”, opinó que Santos, como muchos otros púgiles, dio señas de deterioro mental a raíz de los golpes que recibió en el deporte.
Amy hizo el descubrimiento por una batería de exámenes que le hizo en los últimos años de Santos en el pugilismo.
“Tenía una media demencia”, dijo Amy del púgil que se retiró en el 2009.
Su hermana Iris ha escrito en las redes sociales que su herma está usando y vendiendo drogas con la ayuda de su actual compañera.
Su familia, incluyendo hijos, su madre y padre, quienes eran frecuentes en las peleas y gimnasios en las que trabajaba Santos, ya no encuentran qué más hacer para lograr que éste se deje ayudar, según personas cercanas a la familia.
Cuentan que Santos no se ha quedado solo del amor y el deseo de ayuda de familiares y amigos, sino que niega recibir la ayuda que estos le ofrecen.
Santos en la actualidad no debe estar recibiendo más de los $400 mensuales que el Comité Olímpico le envía por haber sido medallista olímpico en Atlanta 1996.
Y se debe haber quedado sin residencia tras el rompimiento de su familia directa.
Santos está viviendo en Carolina en el hogar de su nueva compañera, la que según escribió la hermana de Santos en Facebook, también es adicta.
“No debe estar bien económicamente”, dijo el abogado Francisco Varcárcel.
¿Quién es Daniel Santos?
Daniel Santos es un exboxeador que ganó medalla de bronce para Puerto Rico en las Olimpiadas Atlanta 1996 y luego se coronó campeón mundial a nivel rentado en dos ocasiones logrando en el proceso victorias sobre renombrados púgiles tales como los mexicanos Antonio Margarito y Yori Boy Campas.
Su ascenso en el boxeo aficionado hacia el equipo olímpico del 1996 lo trabajó mayormente en la escuela académica-deportiva del Albergue Olímpico en Salinas. Su entrada al profesionalismo lo hizo vía la promotora Top Rank, la cual sin embargo no le dio alas ya que para entonces desarrollaron en el mismo peso a Oscar de la Hoya.
Posterior a su retiro, Santos siguió en la palestra pública como un jovial y amigable personaje, pero en tiempos recientes se ha notado su deterioro abundando situaciones en las que se ha tornado agresivo y ha tenido que ser controlado por la Policía. En su cuenta de Facebook él mismo ha posteado varias de sus erráticas actuaciones.