Londres. Daniel Dubois ya no es campeón de peso pesado por accidente.

Dubois retuvo el título de los pesados de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) al noquear el sábado en el quinto asalto a Anthony Joshua en la primera defensa de su cinturón en un Wembley Stadium lleno a capacidad con 98,128 personas.

Joshua ya había sido derribado en el primer asalto y en el tercero durante el combate, antes de caer de bruces, fulminado por una derechazo recto de su compatriota británico. El referí agotó la cuenta de 10 y dio por terminada la contienda, mientras la esquina de Joshua tiraba la toalla.

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Era innecesario arrojarla. No había forma de que el retador continuara.

“¿No se han divertido?”, preguntó a gritos Dubois a un público que impuso un récord de la posguerra para una pelea de boxeo en Gran Bretaña.

“Este es mi momento, mi historia de redención”, dijo Dubois, quien se convirtió en campeón de la FIB después de que Oleksandr Usyk dejó vacante el cinturón en junio. “No voy a parar hasta alcanzar mi máximo potencial”.

Joshua llegó como favorito y buscaba emular a grandes del boxeo como Muhammad Ali y Lennox Lewis como tricampeón de peso pesado.

Sin embargo, fue superado en toda la línea por Dubois, quien completó su misión de legitimar su estatus como campeón de la máxima categoría.

Ahora, Dubois se ha colocado en posición de chocar contra el ganador de la revancha entre Oleksandr Usyk, y Tyson Fury por los títulos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

“Soy un gladiador. Soy un guerrero hasta el final”, dijo Dubois. “Quiero llegar al nivel más alto”.

Joshua prometió seguir boxeando pese a sufrir una cuarta derrota en los últimos cinco años. Esta fue la peor de todas, una paliza.

El promotor de Joshua, Eddie Hearn, dijo que quería ejercer la cláusula que le daba derecho a una revancha frente a Dubois. Joshua fue salvado por la campana en el primer y tercer asalto después de las caídas.

“Tuve un oponente agudo, un oponente rápido”, dijo Joshua. “Muchos de los errores fueron míos”.

Joshua lució desde el inicio, dominando con el puño derecho. Para la primera vez que derribó a su contrincante con un volado de derecha, tenía ya el control del pleito.

El otrora bicampeón le mostró la lengua a Dubois mientras volvía a la esquina, pero era claro que había sufrido daño cuando volvió para el segundo episodio.

Las piernas se le doblaron tras absorber un par de zurdazos de Dubois, quien esperó hasta el tercer acto antes de descargar sus siguientes derechazos potentes.

Cuando lo hizo, Joshua se fue hacia las cuerdas, impactado por un puñetazo de zurda. Las rodillas le temblaban mientras el réferi le aplicó la cuenta de ocho, pero de algún modo sobrevivió.

Parecía desorientado y tambaleante. Se fue dos veces a la lona en el cuarto capítulo, aunque en ambas ocasiones se determinó que había resbalado.

El final inobjetable llegó a los 59 segundos del quinto round, cuando Joshua intentó atacar. El campeón lo estremeció con un gancho de izquierda y lo prendió luego con la otra mano, para hacer que cayera hacia delante.

“El mérito es suyo. Hoy nos quedamos cortos”, reconoció Joshua.