Las Vegas, Nevada. Saúl “Canelo” Álvarez quería atravesar por una prueba de fuego que determinara su valor antes de dar el salto hacia las grandes ligas del boxeo rentado.

El joven de 21 anos se graduó con honores al dominar cómodamente al veterano “Sugar” Shane Mosley por decisión unánime 119-109, 118-110, 119-109 en el combate estelar de la cartelera Ring Kings para retener el cetro superwelter (154 libras) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

“Me sorprendió mucho la velocidad de manos de Alvarez y puede llegar muy lejos en su carrera. Creo que ha llegado el tiempo que me dedique a promover”, dijo Mosley al conocer el resultado.

“Trate de noquearlo, Mosley recibió muchos golpes, pero no funciono. Es una gran pelea para mí por la experiencia y la cortadura, todo fue algo nuevo para mí. La cortadura no me afecto, la esquina trabajo con la situación. Estoy disponible para quien sea”, reaccionó Álvarez.

Álvarez, una estrella en su nativo México, se coloca ahora en posición para aspirar a una mega pelea, mientras Mosley podría estar mirando de frente la posibilidad del retiro.

Durante el primer asalto, Alvarez lucia tímido mientras Mosley lo mantenía a distancia con el jab y ocasionalmente castigaba los planos bajos. Alvarez quizás estaba algo temeroso ante la reputación de Mosley.

En el segundo, luego de un intercambio de ganchos en el centro del ring, Mosley comenzó a retroceder. De hecho, el veterano de 40 años recibió un gancho de izquierda que lo sacudió y ya Mosley lucia sin fuerzas, una sombra de lo que fue en la cúspide de su carrera.  

Álvarez era demasiado fuerte y rápido para Mosley, pero un cabezazo accidental provocó una cortadura en el ojo izquierdo de Álvarez que pudo haber desviado la balanza a favor de Mosley.

Sin embargo, Álvarez no se dejo intimidar. Los intercambios eran tres golpes a uno a favor de Álvarez. Aquellas veloces manos que eran el sello de marca de Mosley lo han abandonado, a la misma vez que el poder que los destaco cuando hacia campana en divisiones inferiores.

En el noveno, Mosley hizo un último intento por frenar a Álvarez, pero la acumulación del castigo en los planos bajos del retador ya había sido demasiado. Hasta su padre Jack Mosley, quien fue su entrenador hizo un esfuerzo por inyectarle energías a su hijo cuando se levantó de su silla para gritarle animadamente.

A la altura del undécimo, Mosley todavía lucia con voluntad para pelear, solo que no contaba con la fuerza necesaria para frenar a Álvarez.  

Gánate un guante autografiado por Cotto y Mayweather