Londres. La creencia de que Anthony Joshua bajaría de peso para tratar de contrarrestar la velocidad de Oleksandr Usyk en su pelea por el título mundial de peso completo quedó descartada el viernes en la ceremonia de pesaje.

Joshua, quien arriesga los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo, la Federación Internacional de Boxeo y de la Organización Mundial de Boxeo ante el ucraniano el sábado, registró un peso de 240 libras en la báscula en Londres. Es el mismo resultado que obtuvo en su pelea anterior, ante Kubrat Pulev el pasado diciembre.

Realmente no cuido mi peso. No sé por qué se habla tanto del peso”, declaró Joshua. “Quizá porque somos pesos completos la gente nos ve en nuestro mayor peso”.

Usyk, un excampeón mundial indiscutible de peso crucero, estará concediendo 19 libras a Joshua pese a llegar al combate más pesado que en sus dos peleas previas desde que dio el salto a la máxima división en 2019.

El retador pesó 221 libras. También es inferior en altura y alcance en comparación con Joshua para su enfrentamiento ante más de 60,000 aficionados en el Estadio Tottenham Hotspur.

Usyk es conocido por una movilidad y una técnica impresionantes dentro del ring, prácticamente desde que inició su carrera como amateur y al colgarse la medalla de oro en la categoría de peso completo en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Joshua también ganó presea de oro, en los súper pesos pesados, al día siguiente.

Ambos lucieron relajados en la sesión de pesaje, estrechando manos y dándose palmadas en el brazo antes del frente a frente.

“¿Respeto? ¿Miedo? Es solo una pelea”, dijo Joshua. “No soy irrespetuoso a menos que alguien lo sea conmigo. Lo respeto. Ha logrado cosas fenomenales”.