Nueva York. Amanda Serrano recalcó en todas las entrevistas que hizo de cara a su pelea unificatoria en las 126 libras ante la mexicana Erika Cruz que se había preparado para una guerra entre Puerto Rico y México.

Ayer, sábado, el pronóstico de Serrano se convirtió en realidad. Fue una guerra, y al final Serrano salió por la puerta ancha y se convirtió en la primera boxeadora puertorriqueña -hombre o mujer- en convertirse en campeona indiscutida de una división

La reyerta en el Teatro Hulu, del Madison Square Garden, dejó números históricos en cuanto a ofensiva. Cruz fue una ‘máquina de guerra’ que la boricua pudo resolver con su mayor experiencia y habilidad boxística.

Cruz (15-2, 3 KO) se convirtió en la peleadora que más golpes ha lanzado en una pelea femenina con 968, según datos ofrecidos por el sistema computarizado de puntaje de golpes CompuBox. Por su parte, Serrano (44-2-1, 30 KO) quedó segunda con 949.

De hecho, la pelea quedó como la primera de la rama femenina en que más combinaciones se han tirado con 1,917.

La información recopilada por esta plataforma también demostró que el séptimo asalto ocupó el primer lugar con la mayor cantidad de combinaciones lanzadas con 255.

La boricua venció a la mexicana por decisión unánime.

Además de esos números, la imagen final de ambas peleadoras, bañadas en sangre y sudor, dio cuenta de la dureza de la prueba a 10 asaltos que encararon y que terminó con la puertorriqueña como ganadora por decisión unánime. Serrano se llevó la correa de la Asociación Mundial de Boxeo que tenía Cruz, para sumarla a las fajas que ya poseía de la Organización Mundial de Boxeo, Consejo Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo, Organización Internacional de Boxeo y The Ring en las 126 libras.

Evitar un ‘no contest’

Uno de los detalles que salió a relucir en la conferencia de prensa luego de la pelea, es que la esquina de Serrano le avisó que ‘aguantara la metralla’ con Cruz hasta que pasara el cuarto asalto, para así evitar que los médicos detuvieran la pelea por el sangrado que presentaba la azteca a consecuencia de un golpe provocado por un cabezazo en el tercer asalto.

La declaración surgió a pregunta de los periodistas que consultaron sobre un bajón en la intensidad de Serrano en el cuarto asalto.

“Nosotros nos aguantamos porque Cindy (Serrano, hermana de Amanda y quien también fue boxeadora) nos dice: ‘ella está cortada antes del cuarto asalto y no queremos que paren la pelea y terminar en un ‘no contest’ antes del cuarto asalto’. Así que le dije que aguantara el ritmo un poco y después del cuatro volvemos”, apuntó el manejador y entrenador, Jordan Maldonado.

El combate del sábado entre la boricua y la mexicana fijó récord en puños tirados entre dos peleadoras.
El combate del sábado entre la boricua y la mexicana fijó récord en puños tirados entre dos peleadoras. (Xavier Araújo)

“Fue una gran observación de Cindy. Ella fue la que nos dijo que si paraban la pelea antes del cuarto asalto, se iba a ir a un ‘no contest’. Nosotros trabajamos muy duro para esto, así que nos detuvimos un poco hasta pasar ese cuarto asalto para después volver a lo que teníamos que hacer”, añadió Maldonado.

El manejador reconoció que el equipo estaba consciente que Cruz tiende a meter la cabeza. Sin embargo, esa costumbre le pasó factura porque recibió una cortadura temprano en la pelea.

Feliz y en espera de un gran recibimiento

Una vez Serrano escuchó el resultado unánime a su favor de los jueces, las emociones se apoderaron de ella. Sus primeras palabras fueron: “Puerto Rico, ganamos. Puñeta”, lo que provocó los aplausos de los presentes.

Al pedirle sus impresiones en cuanto a su logro histórico durante la conferencia de prensa, la deportista de 34 años mostró una enorme sonrisa y dijo que se sentía “supercontenta”.

“Esto es un sueño para mi isla y para mis boricuas. Ahora mismo estoy ‘over de moon’. No puedo esperar a regresar a la isla y disfrutar con mi gente. Estoy contenta”, manifestó visiblemente emocionada.

¿Cómo esperas que sea esa celebración en Puerto Rico?, se le preguntó.

“No sé. No puedo esperar a ver”, dijo riendo.

¿Esperas que sean como las de Tito Trinidad?, se le insistió.

“Yo espero. Eso sería lindo”, puntualizó.