Cuando Alex “El Nene” Sánchez noqueó a Orlando Malone en el primer asalto de su combate en el 1993, para conquistar la faja de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en su duodécima pelea, la noticia tardó un poco en trascender en la sociedad.

Y es que en el 1993, no existían las redes sociales y, muchos menos, la variedad de plataformas digitales ni acceso a la internet que divulgaran la gesta de Sánchez. No fue hasta que Oscar “El Pupilo” Collazo se dirigía al pleito titular contra al filipino Melvin Jerusalem que el récord para un púgil puertorriqueño que estuvo vigente por casi 30 años tomó relevancia.

Sánchez está más que contento por el hecho de que Collazo se haya coronado monarca de la OMB en las 105 libras en tan solo siete combates.

“Lo hice sin pensar que era un récord. Me entero ahora porque lo están diciendo, pero no lo sabía. ¿Qué sabía que con 11 peleas iba a ser un primero? Cuando está para uno, está para uno”, compartió Sánchez, quien tenía solamente 18 años de edad cuando ganó la correa. “Gracias a que Oscar lo hizo ahora, se sabe porque nadie en el país estaba enterado”.

Desde el momento que optó por dar el salto al boxeo rentado, Collazo tenía como objetivo ganar una faja mundial en el menor tiempo posible. Ahora su nombre está en el libro de historia del deporte puertorriqueño.

“Es algo bien significativo porque era un récord que estaba desde hace mucho tiempo. Pero uno no está detrás de eso. Simplemente surgió la oportunidad de hacer un récord y la cogí”, reaccionó Collazo durante un encuentro con Sánchez.

El ponceño aprovechó para ofrecerle al nuevo campeón un sencillo consejo.

“En el boxeo uno está para hacer dinero. A lo mejor otros que piensan diferente, pero el boxeo se convierte en tu trabajo y en un negocio para hacer dinero. Nosotros venimos de cunas humildes, somos pobres. No bailo, no canto, soy un enano y tampoco soy actor de novela. ¿Qué iba a hacer? ¿Meterme en el punto de drogas? Así es como empiezo en el boxeo y lo vi como una fuente de hacer dinero. Tiene que sentarse con su casa promotora junto con su equipo y transar. Se van a molestar conmigo por lo que digo porque los promotores no quieren que el boxeador aprenda el negocio, pero es un consejo de amigo. La mayoría de los 64 campeones mundiales que hemos tenido, están pelaos. No todos ganaron millones de dólares”, recordó Sánchez.

Collazo es consiente de las repercusiones que vienen acompañadas con ser un campeón mundial.

“La gente piensa que uno es artista; se creen que uno gana millones de dólares. Tengo un equipo de trabajo del cual he aprendido mucho del negocio. Es cuestión de tener el manejador y la familia que conoce del negocio en la eventualidad de que no estén presentes, uno pueda negociar bien”, dijo.

Sánchez señaló que Collazo está en buenas manos con Miguel Cotto Promotions.

“Está con la mejor casa promotora en Puerto Rico. Miguel (Cotto) es como nosotros, que vino de abajo, conoce el negocio del boxeo. Está también Héctor Soto y no podemos dejar fuera a Juan de León”, sostuvo.

Collazo ahora tiene la mirada puesta en continuar sumando a su joven legado, incluyendo hacer su primera defense en Puerto Rico. La misma podría ocurrir tan pronto como el próximo agosto.

“Estoy comenzando mi carrera, lo que pasa es que estoy un poco adelantado. Falta camino por recorrer, para sumar más rounds, hacer más historia y récords. Es cuestión de seguir concentrados, trabajando. Otros boxeadores se hacen campeones y se tiran para atrás. Quiero seguir ganando y hacer cosas grandes en el boxeo. Quiero comprar una casa, comprarle una a mi mama y que estén bien. Tengo las puertas abiertas para seguir”, concluyó.