Alberto ‘El Explosivo’ Machado sigue viendo por su celular el vídeo de su rápido nocaut del sábado en Nueva York.

Está viviendo un sueño.

Lo hizo realidad bajo las luces del Hulu Theater del Madison Square Garden de Nueva York, frente a las cámaras de HBO, y en entrevista postpelea con las figuras reconocidas del boxeo.

El peleador, de 28 años, dijo que se sintió como cuando era muchacho en el caserío Monte Hatillo en Río Piedras, viendo a dos grandes del boxeo boricua e internacional, Félix ‘Tito’ Trinidad y Miguel Cotto, quienes hicieron del Garden su segundo hogar y de la televisión pagada parte grande de su millonario sueldo.

“Cuando me entrevistó Max Kellerman (comentarista) me sentí a otro nivel porque, como boxeador, crecí viendo a un Félix Trinidad, a un Miguel Cotto peleando por HBO. El sábado HBO me entrevistó. Miguel Cotto subió al ring. Fue algo bien bonito”, dijo el campeón júnior ligero (130 libras) de la Asociación Mundial del Boxeo.

“Fue un sueño hecho realidad. Estoy bien contento con Dios”, agregó.

Todo eso ocurrió luego de que Machado se anotara un rápido nocaut para su segunda defensa de título, esta vez ante Yuandale Evans, quien andaba invicto en 20 peleas antes de caer tres veces ante el boricua en el primer asalto; la última, provocada por una linda combinación de Machado, dejó tendido a Evans y al referí levantando los brazos en señal del final.

Machado, quien mejoró su marca a 21-0 ahora con 17 nocauts, llamó la atención con ese nocaut, en uno de los principales escenarios de Madison Square Garden, ante la mejor exposición. 

Fue oportuna la entrada a las grandes ligas del boxeo para este joven que creció sin lujos.

Machado nació en Centro Médico y sus primeros días los vivió en Barrio Obrero, Santurce, cuna de grandes guerreros deportistas.

Residió en los caseríos Crisantemos de la zona, los que fue implosionados en el 1996, obligando a la familia a mudarse a Monte Hatillo, en donde creció, contó el púgil.

“Fue una familia de bajos recursos. Mi mamá se dedicó a nosotros. Éramos cinco, cuatro en la casa y mi hermana vivía con mi abuela. Mi papá trabajaba en la construcción y servía lo que necesitábamos”, recordó Machado.

Vio en su niñez y adolescencia muchas situaciones fuertes para la edad suya, pero vive agradecido de Monte Hatillo.

“Tuve la mejor infancia. El no tener cosas materiales me permitió disfrutar de las mejores cosas de la vida, que es compartir con los amigos y salir a jugar. De verdad, que si volviera a nacer, lo haría nuevamente en Monte Hatillo”, dijo del complejo de vivienda pública de donde también salió la boxeadora Kiria Tapia.

Hoy día, Machado es padre, esposo, proveedor y tiene uno de los mejores equipos de boxeo que incluyen a Juan de León, Jim Pagán, Víctor Montañez, a Miguel Cotto Promotions y a uno de los grandes entrenadores del boxeo mundial, Freddie Roach.

Aunque salió bien de su pelea del sábado, lo que le ayudará a “alargar su carrera”, Machado dijo que no tiene un compromiso fijo para regresar al cuadrilátero.

Sí dio detalles de lo que le podría esperar en el 2019.

“Se ha hablado de Francisco Vargas”, mencionó al excampeón que sigue siendo uno de los más altos clasificados en varios organismos. 

“Se ha hablado de los otros campeones del peso, pero no tenemos rival ni fecha. Posiblemente el sábado o el lunes que viene vamos a regresar al gimnasio”, concluyó.