Perder el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) sin defenderlo dentro de un ring era un riesgo demasiado grande para McJoe Arroyo. Después de ponderar esa posibilidad, el púgil puertorriqueño aceptó viajar a Filipinas para enfrentar a Jerwin Ancajas el 3 de septiembre.      

“Tendré que ir. No hay otra opción. Puse en una balanza la parte económica y aunque no es favorable, tampoco quiero ser despojado del título. Me dolería soltarlo así de fácil”, sostuvo Arroyo, quien conquistó la faja de las 115 libras en julio de 2015 tras derrotar al filipino Arthur Villanueva por decisión técnica. 

“Fueron muchos los factores que me llevaron a decidir. No podía estar más tiempo sin pelear”, agregó. 

El pasado mes de abril, Arroyo canceló el viaje para el pleito contra Ancajas debido a que sufrió una lesión en la mano izquierda. Tuvo la mano inmovilizada con un yeso durante seis semanas. Una vez recibió el visto bueno de los médicos, retomaron las negociaciones con la esperanza de que el combate fuera en Estados Unidos. Sin embargo, el destino final será Filipinas.   

“Como campeón mundial, que en mi primera defensa tener que ir a la casa del otro no es algo que me agrada. Pero después de analizar las cosas, decidí ir. Tuve que pensarlo y hasta estuve inclinado a no ir. Ahora es cuestión ir con la mentalidad de ganar y regresar a Puerto Rico como campeón”, dijo Arroyo (17-0, 8 KO).

“Sabemos que iremos a la casa del oponente, así que hay que ir con mucho ánimo. No me puedo descuidar y tendré que demostrar que soy el campeón. Estoy bien enfocado para logarlo”, destacó Arroyo.

El púgil adelantó que viajará la próxima semana.