Mientras los salarios de las mujeres en la fuerza laboral siguen acortando la diferencia a los ingresos de los hombres, la historia es distinta en el boxeo rentado. Todavía existe una amplia disparidad entre los géneros y Hanna Gabriels, dos veces campeona mundial, no ve que la brecha sea cerrada en un futuro inmediato.

“Es un mundo de hombres”, dice Gabriels, quien ha ganado cetros en las 147 y 154 libras. 

“Así son las cosas. Tengo un grupo de amigas feministas que me dicen que debo pelear más por una igualdad, pero hay cosas por las que he decido no ir en contra de la corriente porque no va a cambiar”, agrega.

Una mujer que está iniciando una carrera a nivel rentado puede recibir entre $200 y $400 por pelea dependiendo de la división, récord y proyección. La estadounidense Christy Martin tuvo ingresos de entre $75,000 y $200,000 cuando alcanzó la cúspide de su carrera, según varios reportes. 

Por el momento, la púgil costarricense se concentra en retomar su carrera después de una extensa pausa para así ofrecerle a su hija de 10 meses Mia, una mejor calidad de vida.

“No solamente dependo del boxeo. También trabajo a nivel de imagen dando charlas de motivación, trabajo con niños y con mujeres. Me encanta el trabajo social”, indica.

Gabriel, además, tiene en agenda otros planes que incluye establecer un gimnasio.

“Estudio terapia física donde no solo puedo promover la salud sino también un mejor ritmo de vida para las personas. Al final, lo que más me gusta es motivar a las personas que consigan lo que quieren, no estancarse en los malos hábitos que no nos permiten salir hacia adelante. El boxeo es solo una plataforma para satisfacer mi ego de poderío”, sostiene.

“El deporte es una plataforma para alcanzar mis metas que al final me darán un mejor futuro”, concluye.