Una vez más el receptor de los Cardenales de San Luis, Yadier Molina, está demostrando el por qué es considerado el mejor receptor activo en las Grandes Ligas.

Y es que, aunque Molina no quiera llevarse todo el crédito, el éxito del pitcheo de los Cardenales en la actual temporada lleva nuevamente bien impresa su firma.

Hasta ayer, San Luis tenía la mejor efectividad en las Grandes Ligas al permitir un promedio de 2.97 carreras por cada nueve entradas. El segundo mejor equipo en todo el béisbol lo era ayer los Piratas de Pittsburgh con 3.15 de ERA.

“Me han dicho que si mantienes la bola abajo, vas a tener juegos cerrado. Si mantienes la bola arriba, vas a permitir más cuadrangulares. Así que sólo trato que las lanzadores mantengan la bola abajo”, dijo Molina a SI.com.

El motivo del reportaje de Sports Illustrated era destacar la gran labor que ha realizado el receptor doradeño manejando un elenco de lanzadores que ha requerido en lo que va de temporada a cinco debutantes lanzadores a lucir como grandes veteranos en el Gran Circo.

Esos lanzadores han sido Michael Wacha, Shelby Miller, Joe Kelly, Tyler Lyons y John Gast. El grupo de debutantes suma al momento marca combinada de nueve triunfos y cinco derrotas con una efectividad de 3.18 en 113 y un tercio de entradas lanzadas.

“No soy un coach de lanzadores. Sólo trato de llamar un buen juego”, prosiguió Molina, quien también esta luciendo a la ofensiva al batear para promedio de .355 con 27 carreras remolcadas en los primeros 51 partidos.

Pero, ¿cuál es la grandeza de ese hecho? Sencillo: Molina sabe llevar muy bien los juegos. Hasta el entrenador de lanzadores de los Cardenales, el reputado Dave Duncan, quien también fue un receptor, no deja de admirar al boricua.

“Siempre me sorprende. Durante el curso de un partido elige ciertos pedidos que yo me digo a mí mismo no lo puedo creer. Pero funcionan. Cuando llama el juego, a veces durante el partido uno piensa que está decidiendo cosas fuera de la norma, sin embargo, resultan ser las decisiones correctas”.

Su labor estuvo igualmente expuesta en el Clásico Mundial de Béisbol cuando llamó un juego acelerado ante Japón en la semifinal del campeonato y logró que el abridor de Puerto Rico, Mario Santiago, luciera como todo un Cy Young para conducir al equipo a la final del torneo, donde fueron vencidos por la poderosa escuadra de la República Dominicana. En general, pocos daban a Puerto Rico y sobre todo a su staff de lanzadores la posibilidad de llegar a donde llegaron pero olvidaron considerar quién llamaba los juegos detrás del plato.

Shelby Miller reconoce que debutar en las mayores con Molina detrás del plato ha sido una de las mejores cosas que le puede haber pasado.

“Yadi sabe todo acerca de cada bateador y la manera en cómo hay que lanzarles”, sostuvo Miller.

“Si tu ejecutas tus lanzamientos y los tiras a donde él te indica vas a sacar a los bateadores de out, tendrás mejor efectividad y ganarás el juego. En serio, créeme que todo eso sucederá si haces todo lo que te dice”, continuó Miller, quien tiene marca de 5-3 y efectividad de 2.02 en 10 aperturas.