Carolina. Wilfredo ‘Coco’ Cordero quizás nunca imaginó lo mucho que extrañaba a los Indios de Mayagüez. Y ahora que ha tenido la oportunidad de regresar a la franquicia, su plan es continuar con ellos mientras la gerencia se lo permita.

Nacido y criado en el Residencial Kennedy, localizado frente al Isidoro ‘Cholo’ García, Cordero es una de las figuras más emblemáticas de la franquicia del oeste. En la década entre 1990 y 2000, el recio bateador derecho le dio cuatro campeonatos y tres subcampeonatos a La Tribu, ayudando a cimentar a los Indios como uno de los equipos bandera de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC).

La estatua que el equipo le dedicó al frente del Cholo García así lo acredita.

“Es uno de los orgullos más grandes para mí, que soy nacido y criado en Mayagüez, formar parte de la historia de los Indios, y ahora, después de retirado, tratar de ayudar a estos muchachos jóvenes. A la verdad que es un honor”, dijo Cordero, quien en la campaña 2022-23 se estrenó como coach de bateo del equipo.

“Estuve como 12 o 15 años fuera, y ver que la fanaticada recuerda, para mí es algo que me enorgullece y a la vez es bien ‘humbling’ (gratificante)”, agregó.

Cordero recordó que fue drafteado por los Criollos de Caguas en el 1988-89 y jugó para ellos en unos pocos partidos ese año y la próxima campaña no vio acción. Pasó a los Indios para la temporada de 1990-91 y de inmediato se convirtió en Novato del Año para iniciar una década de éxitos en la que fue ancla de una de las alineaciones más temidas de la pelota boricua.

“Edwards Guzmán, José ‘Chepito’ Muñoz, (José) ‘Pito’ Hernández, José Olmeda, (Ferdinand) Boi Rodríguez, Bengie Molina, (José) Mambo de León, Rafy Chaves, Miguel Alicea, Alex Díaz, Tony Valentín, Pedro Muñoz, Michael Pérez, Roberto Hernández…ese equipo estaba bueno y era bien unido”, recordó Cordero sobre algunos de sus compañeros de equipo de la época.

Coco Cordero llevaba entre 12 y 15 años alejado de la liga boricua.
Coco Cordero llevaba entre 12 y 15 años alejado de la liga boricua. (Jose Rodriguez ©)

A la vez que despuntaba con los Indios, logró establecerse en las Grandes Ligas con los Expos de Montreal, aunque además fue parte de los Red Sox de Boston, White Sox de Chicago, Indians de Cleveland, Marlins de Florida y Nationals de Washington antes de retirarse en el 2005.

En 1994 fue al Juego de Estrellas y ese mismo año obtuvo un bate de plata.

Luego de un tiempo alejado, en los que se ha desempeñado como coach de bateo a nivel de College en la zona de Buffalo, en Nueva York, Cordero tuvo una conversación clave en una visita a su ciudad natal.

“Todavía me queda familia en Mayagüez. Tengo a mi abuela y a mi hermano, y siempre venía para las Navidades. Siempre voy al parque. Pero el año pasado tuve la oportunidad de compartir más con Héctor Otero (gerente general) y gracias a Dios me brindaron una oportunidad y la acepté”, contó.

“Ellos me ofrecieron la posición de coach de bateo y estoy más que contento de ser parte de una de las franquicias más importantes de Puerto Rico, para la cual yo jugué”, continuó. “Esto (la pelota invernal boricua) me ayudó muchísimo para desarrollarme como pelotero y jugar en Grandes Ligas a temprana edad”.

Cordero dijo que su ausencia en la Isla se debió primero a la crianza de sus hijos y, más recientemente, hace alrededor de seis años, a asuntos de salud, pues fue intervenido para removerle un tumor cerebral, condición de la cual dijo estar ya totalmente recuperado.

Y ya que está hecha la reconexión con los Indios, piensa aprovechar y continuar poniéndose los colores de la novena con la cual brilló, para tratar de hacerla brillar otra vez.

De seguro ha ayudado que la fanaticada le ha dado su cariño no tan solo en Mayagüez, sino en todos los parques a los que ha ido esta temporada.

“En Mayagüez la fanaticada y su apoyo siempre ha sido tremenda. Ha sido algo bien…(pausa) no te lo puedo expresar con palabras”, dijo Cordero emocionado. “La fanaticada en Puerto Rico cuando ve a uno por ahí me reconocen y me dan cariño. En todos los parques”.

“Así que me encantaría seguir. De ahora en adelante ese es el plan. Si aparece la oportunidad estar coacheando, y si fuese mi opción, sería con este equipo porque aquí fue que me hice como pelotero y se me dio la oportunidad”, dijo Cordero, de 51 años.

“El plan es seguir con la franquicia hasta que ellos quieran. Esto es una familia aquí. El encargado de la propiedad es el mismo que cuando yo jugaba, Charlie Martel. Para mí este es el equipo en que siempre he querido estar”, finalizó.