Tranquila la gerencia ante el arranque de los Yankees
El gerente general, Brian Cashman, dice que confía en que su grupo de trabajo y sus jugadores encontrarán la manera de recuperarse del pésimo inicio que ha tenido el equipo, el peor desde 1997.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Nueva York. Los jugadores, coaches y ejecutivos de los Yankees de Nueva York están inquietos. También los aficionados.
Una foja de 5-10, el peor comienzo de la franquicia en 24 años, ha remecido a un equipo que cifraba grandes expectativas en la temporada, aspirando al título de la Serie Mundial.
“En este momento somos un equipo que nuestros adversarios quieren enfrentar, debido a que no hemos podido engranar”, admitió el gerente general Brian Cashman el lunes. “Entonces, si tienes la oportunidad de enfrentarnos en este momento, es un buen momento, obviamente hasta el juego de ayer y esperemos que eso cambie”.
El bateo, el pitcheo y el fildeo, todo ha fallado.
El promedio colectivo de bateo de Nueva York de .210 le ubica en el penúltimo puesto de la Liga Americana. En un equipo en el que escasean los bateadores zurdos, el porcentaje es de .202 ante lanzadores derechos. Con sus 55 carreras anotadas al amanecer del lunes, los Yankees estaban empatados con Detroit por la menor cantidad de la Liga Americana.
Su as, Gerrit Cole, tiene marca de 2-1 y efectividad de 1.82, pero el resto de los abridores de Nueva York cuentan con una foja acumulada de 1-6 y un 6.39 de efectividad.
Doce errores han propiciado 10 carreras sucias.
Sólo el bullpen, con efectividad de 2.43 para ubicarse tercero en las Grandes Ligas, se ha desempeñado como se esperaba.
“Estamos dando muchas vueltas en la cama”, dijo Cashman, “pero vamos a hacer todo lo que esté en nuestro poder para evitar los señalamientos o que las frustraciones nos desborden y se conviertan en algo negativo y asegurarnos de que se apoyen en el equipo”.
Cashman acepta las críticas, pero aseveró que era inaceptable e ilegal que los aficionados lanzaran pelotas al campo en la derrota del viernes 8-2 ante Tampa Bay y que obligó a suspender el juego durante dos minutos y 15 segundos.
“No me importa lo mal que juegues, nadie se ganó que les avienten cosas en el campo”, dijo. “Pero el resto, sí, es parte del proceso. Cuando juegas mal, te lo van a hacer saber”.
Nueva York ha perdido cinco juegos seguidos antes de afrontar una serie interligas ante Atlanta el martes. Con una derrota, los Yankees caerían a una foja de 5-11 por primera vez desde 1972.
Cashman recordó otros inicios malos. En 1997 los Yankees perdieron 10 de sus primeros 15 y terminaron con marca de 96-66 y avanzaron a la postemporada con un comodín.
“No recuerdo ninguno de esos debido a que al final nos recuperamos”, aseguró. “Lo superamos. Encontramos la forma de ser nosotros mismos y de mostrar de lo que somos capaces”.
Aunque el manager Aaron Boone puede hacer modificaciones en el orden ofensivo, Cashman no contempla cambios profundos en el roster.
Casi todos en la alineación están apagados: Aaron Hicks (.160, 3 de 32 a la derecha), Clint Frazier (.167, sin impulsadas), Giancarlo Stanton (.176, 3 jonrones, 12 remolcadas), Gleyber Torres (.196), Gary Sánchez (.237), Gio Urshela (.250) y Aaron Judge (.255, cuatro jonrones, ocho impulsadas).
Se espera que el inicialista Luke Voit esté de regreso en mayo luego de una cirugía de rodilla. Jay Bruce, su sustituto, se retiró el domingo tras batear para .118. DJ LeMahieu está ahora en primera base mientras Rougned Odor (.125) cubre el segundo saco.
Mirando un poco más allá, el relevista zurdo Zack Britton debería estar de regreso en junio tras operarse del codo de lanzar y Luis Severino regresaría durante el verano tras una cirugía Tommy John.
“Me siento muy orgulloso del hecho de que hemos tenido muchas tormentas que nos han azotado en el camino y el cambio no sucede sin una gran cantidad de pensamiento, esfuerzo y entendimiento”, dijo Cashman. “No somos reactivos. Así que no nos veo que vayamos a cambiar el roster demasiado rápido. Y tampoco nos veo reaccionando a no creer en el grupo de trabajo y los jugadores que tenemos aquí”.
“Y ese es el mensaje para nuestros jugadores: creemos en ustedes. Sabemos de lo que son capaces. Esta es solo una mala racha. Vamos a resolver esto juntos. Esto no es una situación de ‘nosotros contra ellos’. Esto es algo por lo que pasamos colectivamente, incluyéndome. Y vamos a tener que encontrar una manera de resolverlo lo antes posible para no tener que sentirnos como nos sentimos ahora mismo, y que los fanáticos no se sientan de la forma en que se sienten ahora mismo”, finalizó Cashman.