Cayey. Durante más de una década, Víctor “Tavo” Ramos se desempeñó como receptor y lanzador tanto en el béisbol local como en las ligas menores en Estados Unidos desde que fue escogido por los Piratas de Pittsburgh durante el sorteo de peloteros de 2000.

Sin embargo, pocos años después de su retiro com pelotero activo, Ramos inicia una nueva faceta como dirigente en su pueblo natal de Cayey durante el torneo 2014 de la Coliceba. Las expectativas de guiar a los Toros a la postemporada son altas, luego que la franquicia se quedó corta de clasificar durante la pasada campaña.

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“Creo que es una gran oportunidad para probar lo que puedo hacer en esa faceta y agradezco el respaldo del apoderado José Otero y a Manuel Rosario por confiar en mí y permitirme dirigir en mi pueblo. Haber sido pelotero me ayuda mucho porque sé por lo que pasa cada jugador y lo que se necesita para desarrollar una buena química de equipo”, dijo Ramos, quien viene de laborar como coach de lanzadores con los Azucareros de Yabucoa en el béisbol Doble A. Dicha experiencia le sirve de antesala para sus nuevas responsabilidades en las riendas de los Toros.

“Tuve un año bastante bueno en Yabucoa como adiestrador de lanzadores. Llegamos entre los primeros cuatro equipos de la liga, así que espero tener aquí una temporada similar”, compartió.

Para Ramos, el reto será complicado debido a que la División Central será sumamente competitiva.

“La verdad es que hay que batallar. Se hicieron movimientos para mejorar, pero Villalba y Arroyo se ven muy bien, Aibonito presenta un equipo sólido y Cidra cuenta con jugadores de Doble A con experiencia en cuatro campeonatos. Es una división bastante fuerte, bastante nivelada. Hay que recordar que en la Coliceba hay solo 14 equipos y en Doble A hay 48, así que todos estos equipos prácticamente son selecciones. Esperamos que el traer a Abner Arroyo y a José León nos ayuden ganar la división”, apuntó.

“El bateo será la mayor fortaleza de este equipo, pero el pitcheo será lo más importante dentro del terreno, porque así puedes ganar 1-0. Sin un buen cuerpo monticular no hay oportunidad y ahí es donde entro para ayudar a nuestro grupo joven de lanzadores. Hay que darles la oportunidad, porque si no se la das, luego no puedes exigirles en unos playoffs futuros que hagan el trabajo. Ese será mi mayor trabajo”.

Algo que podría ayudar a Ramos a conseguir una buena cohesión de grupo es que 20 de los 25 jugadores de los Toros también son de Cayey.

“Este equipo es bien representativo de nuestro pueblo. Cayey siempre ha sido una cuna de peloteros. El béisbol en categorías menores siempre ha estado repleto de equipos de niños en este pueblo y eso nos da este beneficio en este momento”, sostuvo Ramos.

“Claro, aunque muchos son jugadores de Cayey, hay una diferencia notable en edades, pues lo mismo hay varios veteranos que son mayores que yo en edad y muchos otros que son jóvenes. Está en mí crear esa buena química, trabajarla uno por uno, detalladamente. Aquí no se puede bregar a nivel de grupo, sino individualmente, creando una buena relación con cada uno de los jugadores y teniendo la oficina siempre abierta para cualquier situación. Pero creo que nos va a ir muy bien esta temporada”, concluyó.