Sermo por fin se disfruta el éxito
Luego de años de muchos sacrificios siguiendo el sueño del béisbol, el infielder finalmente tiene motivos para sonreír.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
En cada serie del Caribe, siempre hay alguien que experimenta lo que es representar a su patria por primera vez. En esta edición, entre los debutantes, posiblemente no debe haber nadie más contento que el Jugador Más Valioso y Novato del Año de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (Lbprc), José Sermo.
Y es que el camino que ha tenido que recorrer el pelotero bayamonés pero criado en el barrio Espinosa de Dorado, ha sido uno lleno de caídas y de volver a levantarse; de luchas que por fin, al parecer, están dando frutos.
“Mi papá siempre me dijo que el trabajo que tenía que hacer sería doble o triple”, dijo el infielder que a los 28 años debutó en la pasada temporada de la Lbprc con los Atenienses de Manatí.
El MVP de la pelota boricua contó que se inició a los 12 años en el béisbol en medio de una niñez humilde. Su hermano Juan y él iniciaron a la vez.
Los Nationals lo draftearon en la ronda 49 del sorteo del sorteo del 2009, pero Stephen Strasburg firmó un contrato récord con el equipo, lo que hizo que no hubiese bonificaciones por firmar a los rookies de la ronda 35 en adelante.
“Tuvimos que ir a colegio por una oportunidad que le llegó a mi hermano. Pero la persona nos mintió sobre algunas cosas”, recordó.
En el Yakima Valley Community College de Washington se enteró que los costos de alojamiento, comidas y otros no estaban totalmente cubiertos, por lo hubo que hacer sacrificios.
“Fue un golpe. Empezando”, cuenta Sermo.
En 2010, semanas antes del draft, se lastimó un ACL y la oferta que tenía de los Vigilantes se desvaneció.
Estuvo dos años allí hasta transferirse al Bethany College en Wichita, Kansas. En el 2012, a los 21 años, fue drafteado una vez más, esta vez por los Cerveceros de Milwaukee.
Esta vez firmó, y tras pasar por nivel Rookie y Clase A, dijo que la organización quiso probar otros jugadores y le restó tiempo de juego. Fue licenciado en el 2014.
“Hubo un momento en que, después de todo lo que había pasado, pensé en quitarme”, recuerda con tristeza.
En 2015 optó por jugar en liga independiente, donde tampoco le dieron tiempo de juego. Y al final hubo un licenciamiento mutuo.
En 2016, los Medias Rojas de Boston le dieron la oportunidad y estuvo con ellos hasta 2018. Luego Kansas City le dio un break y dice que tuvo una buena actuación en general, pero tan pronto el equipo firmo a Mike Moustakas, al poco tiempo de iniciar los entrenamientos, sabía que su tiempo allí sería limitado.
En el béisbol invernal boricua, dijo que básicamente la batalla ha sido similar. Desde el 2012 intentó hacer equipos en la Isla, y trató sin éxito con Caguas y Santurce antes de jugar béisbol invernal en Colombia y en México.
“Hasta que Frankie Thon (gerente general de Manatí) me dio la llamada”, dijo.
Sermo, infielder natural, y ambidextro, entonces aprovechó su oportunidad y bateó para .317 con cinco jonrones, ocho dobles y 18 remolcadas en 30 juegos.
Además de poder ponerse el uniforme de Puerto Rico en la Serie del Caribe desde mañana, ya recibió una oferta de parte de los Pericos de Puebla de la Liga Mexicana de Béisbol, oferta que evalúa junto a su agente.
“Tengo contrato y lo que me falta es firmarlo. Estoy hablando con mi agente para ver qué decidimos”, manifestó. “Algo está surgiendo y las puertas se están abriendo, y aún no ha comenzado la Serie del Caribe”.
“Me siento mucho mejor ahora, pero no estoy satisfecho. En mi mente siempre han estado las Grandes Ligas... aunque tenga 40 años”, finalizó.