San Francisco.  Fue una larga travesía llena de momentos de emoción que quedará grabada en la memoria de los jugadores y de todo un pueblo.

Pero República Dominicana, sencillamente, fue el mejor equipo del Clásico Mundial de Béisbol 2013 de principio a fin y el martes derrotó a Puerto Rico, 3-0, en el juego por el campeonato para cerrar un torneo que resultó de ensueño para los quisqueyanos.

Dominicana es el primer equipo que gana este torneo invicto, al jugar para 8-0. Los primeros dos Clásicos los ganó Japón en 2006 y 2009.

La novena dirigida por Tony Peña derrotó tres veces a Puerto Rico en este torneo. En San Juan el resultado fue 4-2 y en Miami 2-0.

Dominicana, que vino a este torneo con la misión de borrar la humillación de 2009 en la que no pasaron de la primera ronda, tuvo un “pitcheo” fuera de serie en la segunda ronda, semifinal y final.

Luego de permitirle cuatro anotaciones a Italia en el primer juego de la segunda ronda, los brazos quisqueyanos apenas toleraron dos carreras en las últimas 44 entradas para un casi inmejorable 0.40 de efectividad.

Para Puerto Rico  resultó ser un torneo histórico en el que, por primera vez, se avanzó de la segunda ronda. La novena boricua, que no era ni favorita para salir de la primera fase de este torneo, eliminó en el camino a potencias y grandes favoritos como Venezuela, Estados Unidos y Japón, descansando también en un pitcheo que lució fenomenal, aun cuando 10 de sus 14 lanzadores nunca han estado en Grandes Ligas.

El conjunto boricua le dio al país dos semanas de alegría, emociones y unión en una actuación que será recordada por siempre.

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En una lluviosa y fría noche en la casa de los campeones de las Grandes Ligas, Gigantes de San Francisco,  35,703 fanáticos vieron a Dominicana anotar dos carreras en la misma primera entrada que resultaron ser las decisivas.

Ante el derecho Giancarlo Alvarado, José Reyes abrió con doble contra la pared de bosque derecho. Un toque de Erick Aybar lo llevó a tercera. El dirigente Edwin Rodríguez decidió  embasar intencionalmente a  Robinson Canó. Pero Edwin Encarnación pegó doble que vació las bases.

Alvarado fue relevado al abrir la segunda por Hiram Burgos, quien hizo un buen relevo manteniendo a Puerto Rico en el juego, pero la ofensiva boricua nunca pudo producir el batazo clave.

La tercera anotación tuvo que esperar hasta la quinta vuelta. Hiram Burgos, quien relevó a Alvarado hasta la segunda entrada, trabajó bien por tres entradas hasta que un error de juicio del antesalista Irving Falú le costó una anotación.

Luego de uno fuera, Alejandro de Aza conectó un toque limpio por tercera. Entonces, Burgos puso a José Reyes a batear por segunda, pero Falú intentó retirar sin asistencia a De Aza, quien se detuvo a mitad de camino y, en vez de perseguirlo o tirar a segunda para eliminar al corredor que va al frente, optó por sacar el de primera y permitió que De Aza llegara a salvo a la intermedia.

Acto seguido, Erick Aybar conectó doblete que trajo a De Aza desde la intermedia para el 3-0.

En seis ocasiones, Puerto Rico puso en base al primer bateador de la entrada, y en la quinta y séptima tuvo dos en los sacos, en esta última sin outs, pero tampoco produjo carreras.

Samuel Deduno lanzó cinco entradas en las que apenas permitió dos  inatrapables y lo relevaron Octavio Dotel, Pedro Strop, Santiago Casilla y Fernando Rodney. El estelar cerrador lanzó los ocho juegos de su equipo y salvó siete.

Robinson Canó fue seleccionado el Jugador Más Valioso del torneo.

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