Phoenix. El campocorto de los Diamondbacks de Arizona, Geraldo Perdomo, dio un paso a su derecha y atrapó una línea que picó contra el piso con una suave jugada de revés, girando y disparando al primera base Christian Walker, quien se estiró para alcanzar la pelota, recogió una bola que rebotó una vez en el piso y de alguna manera logró mantener el pie en la base durante el primer out de la entrada.

Los D’Backs y los Texas Rangers han tenido un gran desempeño a nivel defensivo durante toda la temporada.

Hasta ahora en la Serie Mundial, esa tendencia continúa.

Los D-backs y los Rangers se combinaron para no cometer errores en los primeros dos juegos del Clásico de Otoño, que es la primera vez que esto sucede desde 2018. Eso no es un accidente. Los dos equipos cometieron la menor cantidad de errores en las Grandes Ligas durante la temporada regular y tienen ocho finalistas combinados para el Guante de Oro.

“Cuando la defensiva juega béisbol limpio, levantándolo y lanzándolo, haciendo cortes, todas las pequeñas cosas, es difícil dejar abierta una entrada”, dijo Walker. “Hay muchos outs que se pueden hacer en el transcurso de un juego si te mantienes en posición para permitir que eso suceda”.

El tercer juego de la Serie Mundial es hoy lunes por la noche en Phoenix con la serie empatada 1-1. Arizona iniciará con el derecho novato Brandon Pfaadt, mientras que Texas contraatacará con el derecho veterano Max Scherzer.

Los Rangers tienen cinco finalistas al Guante de Oro esta temporada, incluido el receptor Jonah Heim, el primera base Nathaniel Lowe, el segunda base Marcus Semien, el campocorto Corey Seager y el jardinero derecho Adolis García, quien tiene uno de los mejores brazos de las Grandes Ligas.

Esta es la primera Serie Mundial desde 1993, y la quinta en la historia, que contará con todos sus juegos en césped artificial, además del campeonato en sitio neutral de 2020 en el Globe Life Field de Texas.

“El pitcheo irá y vendrá a veces, los bateadores lo harán, pero una cosa que podemos hacer es concentrarnos en la defensa todos los días”, dijo el mánager de los Rangers, Bruce Bochy. “Y estoy orgulloso de estos muchachos. Tenemos cinco muchachos que son finalistas y un par, creo, que quedaron fuera, para ser honesto, Josh Jung y (Leody) Taveras. Ambos han tenido buenos años a la defensiva”.

Los D’Backs tienen tres finalistas al Guante de Oro: el receptor Gabriel Moreno, el jardinero central Alek Thomas y Walker. Arizona no tiene un punto débil a la defensiva con al menos un trabajo promedio con guantes en cada posición. El tercera base veterano Evan Longoria atrapó con un salto una línea antes de disparar a segunda para una doble matanza en el primer juego de la serie de comodines de la Liga Nacional contra los Brewers, lo que ayudó a conservar una victoria y a iniciar a Arizona en su racha de postemporada.

Walker, de hecho, hizo un par de jugadas en el Juego 2 que ayudaron a los D’Backs a ganar por 9-1. Heim conectó un batazo por la línea de primera base que golpeó la almohadilla pero Walker la atrapó en el aire con su mano libre y se la lanzó al lanzador Merrill Kelly para el out.

El relevista derecho Ryan Thompson, quien estaba en el montículo cuando Longoria hizo su atrapada, dijo que tener una gran defensa detrás de él es algo que no da por sentado.

“Puedo lanzar en situaciones en las que busco el ponche, pero normalmente soy un tipo de contacto por diseño”, dijo Thompson. “Así que, para mí, ocupar esos lugares, no alterar mi enfoque y dejar que estos muchachos atrapen la pelota, hay una mayor confianza cuando tienes a esos muchachos ahí atrás”.

El mánager de los D’Backs, Torey Lovullo, dice que una buena defensa es parte del espíritu general de su equipo, que utiliza el atletismo en el campo y en las bases para desgastar lentamente a los oponentes.

Arizona robó cinco bases en los dos primeros juegos de la serie, incluidas cuatro en el Juego 1. Tienen 21 bases robadas en esta postemporada, tres menos que los Rays de Tampa Bay de 2008 para el récord.

“Mi filosofía es que tengo que sacar el provecho del equipo que tenemos, y siempre será un poco diferente”, dijo Lovullo. “Podría tener un equipo en uno o dos años que pueda conectar jonrones de tres carreras y ganar de una manera diferente”.

“Pero en este caso particular tenemos mucha velocidad y muchachos a quienes les encanta ejecutar”.

Esta marca de béisbol está cerca del corazón de Lovullo. El exjugador del cuadro en las Grandes Ligas en las décadas de 1980 y 1990 siempre ha sido un riguroso con las pequeñas cosas que pueden suceder (y a menudo suceden) en un juego de béisbol. Lovullo bromeó diciendo que se “desmayó” a principios de este año cuando los D’Backs tuvieron un percance vergonzoso en el funcionamiento de las bases durante un juego en agosto.

“Practicamos cómo marcar en las pistas”, dijo Lovullo. “Practicamos jugadas de toque. Practicamos jugadas de toque con truco. Practicamos todo eso porque sentimos que las pequeñas cosas podrían sumar un gran momento y ayudarnos a ganar un juego de béisbol”.