Orlando Cabrera vuelve a las playoffs con un quinto equipo distinto
Mientras Cabrera se prepara para algo que conoce de memoria, otros finalmente sabrán lo que es un juego de postemporada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Nueva York.- Se acerca octubre y Orlando Cabrera no podía faltar. El campocorto colombiano se alista para buscar un campeonato con los Rojos de Cincinnati, el quinto equipo diferente en siete años con el que acude a una postemporada. Jugar en el otoño es lo habitual para este veterano de 35 años que llegó a Cincinnati esta temporada con la percepción que sus mejores tiempos habían pasado. Firmó un contrato por algo más de $2 millones, de los cuales $770 mil son fijos en salario. El resto está sujeto a incentivos y podrá entrar en la agencia libre a menos que Cincinnati haga uso de una opción por $4 millones. Los Rojos atinaron desde el punto de vista que lograron encontrar un jugador que le dio estabilidad al puesto de torpedero, así como una importante dosis de liderazgo. Algunos dirán que el colombiano es una especie de amuleto de la buena suerte para los equipos que cuentan con sus servicios. Después de todo, los Rojos llevaban 15 años sin clasificarse a los playoffs. Cabrera no le presta atención al tema de la casualidad que siempre está presente en equipos triunfadores. "En lo que a mí respecta, el tener los playoffs como meta siempre ha sido mi gran motivación", declaró Cabrera tras celebrar el martes el pase a la postemporada con los Rojos. Su llegada a mitad de campaña en 2004 fue clave para que los Medias Rojas de Boston conquistasen la Serie Mundial, su primera desde 1918. También acudió a la postemporada en 2005 y '07 con los Angelinos de Los Angeles, en '08 con los Medias Blancas de Chicago y el año pasado con los Mellizos de Minnesota. Y en esta campaña Cabrera rindió en la recta final, cuando más se necesita. Su promedio ofensivo tras la pausa del Juego de Estrellas fue de .305, luego de batear para .245 en la primera mitad. Sus números, en líneas generales, no son tan llamativos esta campaña, con .262 de promedio y 41 impulsadas, pero en ello ha influido que se perdió casi un mes por una dolencia en un costado. "Esos números lucen mejor cuando tu equipo va los playoffs", sostuvo Cabrera. Los equipos valoran que la experiencia de Cabrera (.274 de promedio, 118 jonrones y 802 impulsadas en 14 campañas) pueda marcar diferencias. "Antes de contratarlo hablamos con gente de los equipos con los que había jugado y todos le dieron las mejores notas. Es un líder y un ganador", dijo el gerente de los Rojos Walt Jocketty. Mientras Cabrera se prepara para algo que conoce de memoria, otros finalmente sabrán lo que es un juego de postemporada. En los Filis de Filadelfia hay tres veteranos que nunca habían ido a los playoffs. Se trata del as Roy Halladay, el receptor suplente Brian Schneider y el emergente Mike Sweeney. También está Michael Young, el tercera base de los Rangers, listo para debutar en octubre a sus 33 años. El caso de Sweeney resalta sobre los otros, puesto que con 14 campañas era el jugador con más trayectoria en las mayores que nunca había logrado ir a los playoffs. "Los últimos tres años iba a la primavera con contratos de ligas menores", comentó Sweeney sobre sus experiencias en Oakland y Seattle. "Eso sólo lo hacía porque lo que buscaba era la oportunidad de jugar en los playoffs ... Si hubiese sido por algo de orgullo, me hubiese retirado hace varios años. La mayoría de los jugadores con carreras decorosas en las mayores se niegan ir a la pretemporada con contratos de menores".