No le tembló el pulso al dirigente de los Braves para sacar a Ian Anderson
Brian Snitker explicó su decisión de remover al abridor durante el tercer juego de la Serie Mundial contra los Astros.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Atlanta. Brian Snitker, el mánager de los Braves, estaba dirigiendo para ganar, no para marcas individuales, y por eso no le tembló el pulso para sacar del montículo a su abridor Ian Anderson con solo cinco entradas y dominando con un juego sin hits hasta ese momento.
El resultado fue que el relevo de Atlanta prolongó el juego sin imparables y contuvo a la potente alineación de los Astros para salir en el tercer juego de la Serie Mundial con un apretado triunfo 2-0 y colocar el Clásico de Otoño 2-1.
Así que apúntenle el ‘casi no-hitter’ al mánager también.
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“Sobre la cosa del juego sin hits (Anderson) no iba a lanzar un juego sin hits de nueve entradas”, respondió Snitker cuando se le preguntó sobre la decisión de remover a Anderson del montículo.
El piloto dijo que tampoco estaba pensando en que el relevo había sido utilizado bastante en los primeros dos juegos de la serie en el Minute Maid Park en Houston a principios de semana.
“Le dije a Ian, ‘seré honesto contigo’. Una de las cosas era que estaba haciendo muchos lanzamientos en la parte alta de esa alineación. Tuvo una muy buena quinta entrada. Y luego yo le dije, porque él estaba como, ¿estás seguro? ¿Estás seguro? Pero yo estaba como, ‘Ian, voy con mi instinto aquí’. Hubiera sido muy fácil dejarlo salir (a la sexta entrada)’”, agregó Snitker, quien contó con una magistral labor de sus relevistas, quienes se combinaron para dar otros cuatro ceros a los Astros.
Y en un juego de tan poco ofensiva contrario a los primeros dos partidos en Houston, no solo la alineación de los Astros estuvo apagada, sino también la de los Braves, salvo por el cuadrangular de Travis d’Arnaud en la parte baja del octavo episodio para darle una carrera adicional de ventaja a Atlanta, cuando el marcador leía 1-0.
El puertorriqueño Eddie Rosario, quien fue el bate más caliente de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y ganó el premio de Jugador Más Valioso, conectó en este juego apenas su tercer imparable de la Serie Mundial, y no tuvo mayor dividendo.
Rosario sí anotó la primera carrera del juego después de recibir base por bolas del abridor venezolano de los Astros, Luis García, abriendo la tercera entrada. Freddie Freeman lo llevó a segunda con sencillo, y después de un out, Austin Riley lo impulsó hacia la goma con un doblete.
Fueron seis los imparables conectados por Atlanta en el juego, después de los 19 en los primeros dos partidos. En otras palabras que el pitcheo de Houston también hizo su trabajo.
“De verdad que es difícil porque, por ejemplo, el pitcher de hoy (García) era un pitcher que estaba fuera de la zona todo el tiempo y hay que ser más paciente. Con los Dodgers casi siempre su primer pitcheo era strike y uno puede ser más agresivo. Aquí he tratado de ser más paciente”, respondió Rosario cuando este medio le preguntó durante la conferencia posterior al partido, qué tan raro se le ha hecho su poca ofensiva después de estar tan caliente contra los Dodgers en la Serie de Campeonato, en la que bateó .560.
En el lado de los perdedores, el dirigente Dusty Baker dio crédito a pitcheo de Atlanta pero apostó a regresar con fuerza tras la blanqueada 2-0.
“Como dije hace un par de días, cuando no te has enfrentado a un lanzador, la ventaja es para él por un tiempo. Estaba extremadamente efectivo. No es secreto que tienen un gran bullpen. Amenazamos un par de veces y no tuvimos los hits para impulsar carrera después de dos outs, como hemos tenido antes. Pero invariablemente cuando nos blanquean, usualmente nuestros muchachos contraatacan al siguiente día y anotan en ramilletes. Así que espero que la historia se repita”, expresó Baker.