Cuando un niño va a un parque junto a su padre siempre escucha el mismo consejo tan pronto toma  su asiento en las gradas.

Una y otra vez se escucha: “ojos en la bola” y  “mantente pendiente al juego” en una clara señal de que en el diamante todo puede suceder y que una fuerte línea puede ser la protagonista al pegarle a alguien en las gradas.

Sin embargo, eso parece habérsele olvidado al papá de John Pizzi durante  el partido del domingo entre los Filis de Filadelfia y los Gigantes de San Francisco

Resulta que Pizzi, de 10 años,  hizo una espectacular atrapada  y salvó a su padre de recibir un pelotazo por estar mirando a otra parte de las gradas mientras se encontraba en una llamada telefónica.

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“Realmente no vi cómo venía. Solo puse mi guante y la atrapé mientras mi papá no estaba  mirando. Él se volteó, le mostré la bola y comenzó a reirse”, aseguró Pizzi a mlb.com.

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