Carlos Correa, Byron Buxton, Max Fried, Addison Russell, Lucas Giolito, Corey Seager, Michael Wacha, y Marcus Stroman fueron algunos de los nombres que se mencionaron durante la noche del 6 de junio de 2012 durante el sorteo de novatos de las Grandes Ligas de ese año, y entre esos se escuchó también el de Nick Travieso.

Nacido en Florida de sangre boricua, el prometedor lanzador derecho de 6′3″ fue reclamado de escuela superior por los Reds de Cincinnati con el turno número 14 del sorteo, y desde entonces su misión ha sido llegar a las Grandes Ligas y permanecer allí el mayor tiempo posible.

Pero en su cuarto año en las Menores (2016), cuando ya había escalado hasta el nivel Doble A, su vida y su carrera cambiaron en un instante: en medio de una doble jugada, un corredor chocó directamente contra su hombro de lanzar, provocándole un desgarre total del labrum.

“Me lastimé dos veces en Doble A”, dijo Travieso, quien ha estado activo esta temporada con los Indios de Mayagüez. “Finalmente me operaron en junio del 2017 y me vine a sentir totalmente listo en junio de este año. Tres años después. Estuve fuera del béisbol durante dos temporadas y media. En el 2019 intenté regresar, pero no pude hacerlo al 100% y los Reds de Cincinnati me dejaron en libertad”, agregó en entrevista con Primera Hora.

Ni en la vida ni en el béisbol está todo escrito, pero por ser escogido tan alto en el sorteo se presumía que Travieso tenía el talento y la habilidad para desarrollarse como un lanzador elite. De hecho, a nivel Clase A llegó a acumular 14-5 con 3.03 y 114 ponchetes en 26 salidas. A nivel Doble A llegó a ponchar 91 en 117 entradas.

Explicó que las lesiones del labrum en el hombro usualmente es por la parte posterior o la anterior, pero que en el caso suyo tuvo que ser reparado completamente.

“Fui una alta selección en el draft y cuando me lastimé me sentí como si hubiese perdido todo”, contó. “Me tomó bastante. Una gran parte era mental. Estaba físicamente saludable y fuerte, pero me tomó un poco de trabajo poder poner mi mente a trabajar con mi cuerpo”.

En 2020 no hubo temporada en las Menores, así que fue otro año sin béisbol. Pero durante ese tiempo, Travieso, de 26 años, recibió una llamada de Joey Solá, asistente del gerente general de los Cangrejeros de Santurce, para hacerle un ofrecimiento. Travieso nunca había jugado en la liga invernal, y, esta vez, aceptó la oferta.

“Conozco a Joey hace muchos años porque fue el primer escucha con quien hablé cuando estaba en escuela superior. Cuando me preguntó si estaba listo le dije que 100% y que estaría en Puerto Rico lo antes posible”, dijo en referencia del exescucha de los Astros de Houston.

Pero entonces, los Cangrejeros decidieron no jugar. Ahí entró en acción Héctor Otero, gerente general de los Indios, quien le dio la oportunidad de lanzar con la tribu.

“Me encanta ese equipo. Es una buena mezcla de latinos, puertorriqueños y estadounidenses, un buen equipo de coaches y el tener a Héctor ayuda muchísimo. Conozco a Héctor desde escuela superior también, porque me evaluó”, relató. “Hace ocho años lo conocí y nos hemos mantenido en contacto, y si no hubiese sido por el esfuerzo que hizo de llevarme a lanzar para él como gerente general estaría de vuelta en mi casa sin trabajo y haciendo nada”, dijo Travieso, quien llegó a figurar en el roster de 40 jugadores de los Reds antes de la lesión.

Con los Indios abrió solo un partido en la temporada regular, pero en los cuatro encuentros en que participó acumuló marca de 3-0 y efectividad perfecta de 0.00. Solo cedió seis hits y dos bases por bolas en nueve entradas trabajadas, a la vez que ponchaba a siete.

“Ha sido muy divertido venir y competir contra talento de alto nivel incluso algunos bateadores de Grandes Ligas. Por eso vine aquí a lanzar. A divertirme y a hacer un nombre otra vez, a jugar béisbol”, manifestó Travieso, quien aseguró estar muy enfocado en que los Indios logren el campeonato y que estaría disponible para ir a la Serie del Caribe si es invitado.

Aun en medio de la pandemia, dice que le encantan las ciudades de San Juan y Mayaguez, y que de seguro estará de regreso en la isla para jugar más pelota invernal.

Sobre lo que le sucedió y el tiempo que le quitó, dice que cree que todo pasa por algo. “Dios nos pone en situaciones para que las superemos y salgamos fortalecidos de ellas”, dijo Travieso.

“Pero mis metas desde el draft del 2012 no han cambiado: siguen siendo llegar a las Grandes Ligas y poder mantenerme allí. Me siento que ahora soy mucho mejor lanzador que cuando era joven. No tiro tan duro, pero siento que soy mejor porque he estado en este juego por bastante tiempo. Y sobre todo, siento que estoy listo para regresar al béisbol profesional”, finalizó.