Neftalí Soto probó su caso en Japón
El versátil jugador confirmó en Oriente que tenía el nivel para establecerse en las Mayores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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El pelotero puertorriqueño Neftalí Soto ansiaba demostrar que tiene las herramientas para establecerse como un jugador a tiempo completo en las Grandes Ligas, aunque las oportunidades serias para ello, nunca llegaron.
Soto estuvo 10 años en las ligas menores con los Rojos de Cincinnati, Medias Blancas de Chicago y Nacionales de Washington, equipo que le concedió la agencia libre en noviembre de 2017.
Vio acción en las Mayores en solamente 34 partidos con los Rojos y apenas acumuló 42 turnos oficiales, conectó tres hits y remolcó una carrera.
Por ello, el año pasado el jugador del cuadro y los bosques empacó sus maletas para irse al lejano oriente luego de firmar un contrato con la franquicia Yokohama DeNa Baystars, de la Liga Central Japonesa.
“Cuando jugué en Grandes Ligas, nunca me pusieron a jugar una semana corrida. Nunca me dijeron que iba a jugar a diario y si no daba el grado volvía a las menores. Cuando firmé para jugar en Japón me preguntaron si me molestaba empezar en liga menor y le dije que no. Simplemente quería una oportunidad y se me dio”, compartió Soto durante una conversación con Primera Hora el sábado en un aparte de una actividad del capítulo de Puerto Rico de la SABR (Society for American Baseball Research) a la que él fue el invitado especial.
Soto, de 29 años, no desperdició el chance que le dieron y se puede decir que demostró su nivel de Grandes Ligas en Japón, donde acumuló impresionantes estadísticas ofensivas al conectar 41 cuadrangulares y remolcó 95 carreras en 107 juegos con los Yokohama Baystars. Fue el máximo jonronero de la Liga Central de Japón, algo nunca logrado por un boricua allá y solo logrado en las Grandes Ligas por Juan ‘Igor’ González, dos veces, en las campañas del 1992 y 1993 con 43 y 46 bambinazos, respectivamente, y por Orlando Cepda con 46 en el 1961.
Nada mal para Soto, quien fue a Japón con la meta de conectar al menos 20 jonrones, pues estaba seguro que eso le garantizaría una oferta de contrato para otro años.
“Sabía que si daba 20 jonrones, alguien en Japón me iba a querer de vuelta. Nunca imaginé que daría 41”, confesó Soto, oriundo de Manatí.
A pesar de que se siente a gusto en Japón, Soto no descarta la posibilidad de algún día jugar nuevamente en los Estados Unidos.
“El mundo da vueltas y uno nunca sabe. Tal vez cuando termine el contrato algún equipo de Grandes Ligas me quiera firmar. Pero ahora mismo me siento cómodo en Japón en el aspecto de que me gusta la tranquilidad. En Japón el idioma es otro, nadie me conoce, eso me hace sentir cómodo y me puedo concentrar en pelota solamente”, afirmó.
“Hay presión porque como importado uno tiene que producir. Van a pagar para producir, pero es diferente porque uno sabe que va a jugar. Me encanta Japón porque respetan y aprecian a uno de verdad. Fui uno de los importados más económicos, pero lo único que quería era la oportunidad para demostrar. Me gustan los retos y quiero seguir mejorando”, agregó Soto, cuyo salario fue de $308,000, según reportes de la prensa japonesa.
Por el momento, Soto respira tranquilo porque regresará a Japón para la próxima temporada. Dijo que incluso está listo para jugar el resto de su carrera allá si ese es el camino que le presenta la vida.
“Me gustaría retirarme a los 37 años jugando en Japón, pero nada es seguro. Nadie es indispensable”, concluyó Soto, quien no podrá ver acción en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente debido a que una lesión podría significar la cancelación del contrato en Japón.