Naguabo. En una agencia libre marcada por un contrato histórico, el lanzador puertorriqueño José Berríos admitió que los Blue Jays de Toronto no lucen como desearía después de quedar fuera de la postemporada por segunda vez en los últimos cuatro años.

Los Blue Jays culminaron la pasada campaña en el sótano de la siempre reñida División Este de la Liga Americana con récord de 74-88. Hasta ahora, sus únicas movidas notables han sido adquirir al segunda base Andrés Giménez y reforzar su bullpen con Josh Walker, Nick Sandlin y Yimi García.

“Como dice la Biblia, ‘la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve’. El equipo no se ve como yo quiero, pero tengo la fe de que vamos a estar mejor y mejoraremos nuestra ofensiva. Entiendo que el staff de pitcheo es de confiar. Es cuestión de reforzar la ofensiva para ayudar a Bo (Bichette) y a Vladi (Guerrero, hijo), y así podremos competir en la División Este”, expresó Berríos a Primera Hora durante la reinauguración del parque de béisbol del barrio Daguao, en Naguabo.

Relacionadas

Aunque firmaron a Giménez, Walker, Sandlin y García, Toronto no ha logrado pactar una extensión con el inicialista domininano Vladimir Guerrero, hijo, a quien tendrán que ofrecerle prácticamente todo para evitar que pruebe la agencia libre, cuando finalice su contrato con los Blue Jays en la venidera campaña, con apenas 26 años.

Y es que, además de Juan Soto y los Mets de Nueva York, quizá Guerrero, hijo, fue uno de los peloteros más beneficiados por esa histórica firma de 15 temporadas y $765 millones, considerando lo que podría cobrar en el futuro. Aun así, Berríos piensa que el estatus del toletero dominicano debe ser lo más importante para la gerencia de Toronto, luego de perder la carrera por Soto.

“Yo, como gerente, mi prioridad sería Vladimir Guerrero”, opinó.

Vladmir Guerrero, hijo
Vladmir Guerrero, hijo (Carlos Giusti/Staff)

Guerrero, hijo, bateó la pasada campaña para .323, con 30 cuadrangulares, 103 carreras remolcadas y 199 hits en 159 partidos. Además, mostró en las redes sociales que ha bajado de peso durante la temporada muerta.

El contrato más grande en la historia de la franquicia es el de George Springer, que es de seis años y $150 millones.

Afinando detalles en la isla

Berríos, por su parte, contó que se ha mantenido entrenando en Puerto Rico, y se siente casi completamente listo para la próxima campaña de las Grandes Ligas.

“La experiencia es algo que no consigo en Walgreens. Ha sido con cantazos y estando allá lanzando. Año tras año, mi cuerpo se siente mucho mejor y puedo hacer los ajustes un poquito más rápido. Físicamente, me siento muy bien. Es cuestión de caer en el ritmo que necesito para lanzar y mejorar la estamina para poder decir que estoy 100% listo para la próxima temporada”, relató.

Jose Berrios se ha mantenido entrenando en las facilidades de K2 Gym, en San Juan.
Jose Berrios se ha mantenido entrenando en las facilidades de K2 Gym, en San Juan. (Wanda Liz Vega)

El abridor de los Blue Jays acumuló una efectividad de 3.60, con 153 ponches y 54 bases por bola en 192.1 entradas lanzadas en la pasada temporada.

Sin embargo, Berríos no solo ha trabajado en sus pitcheos durante su tiempo en la isla. Como de costumbre, también ha participado en diversos eventos benéficos con su Fundación La Mákina como el Dream Home Run Derby & Celebrity Softball Game, celebrado el 14 de diciembre en el Estadio Roberto Clemente Walker, en Carolina, y la remodelación del parque de Naguabo en el que Edwin y Alexis Díaz dieron sus primeros pasos como peloteros y juegan alrededor de 14 equipos de Pequeñas Ligas.

“Yo creo que yo muero aquí como el coquí, como dicen. Realmente, estar junto a mi familia y mis seres queridos es lo que me da energía para la próxima temporada y hacer lo que me gusta que es jugar béisbol”, compartió.

Berríos está en el cuarto año de su contrato con los Blue Jays. Firmó en 2021 un acuerdo de siete temporadas por $131 millones, pero tiene una opción de salida en 2027.