South Williamsport, Pennsylvania. Un gran bate y un juego sin hit han colocado a México a tan sólo un par de victorias de lo que sería su primera final de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas desde 2008.

Y si el equipo mexicano gana ese encuentro decisivo, conquistaría el título por primera ocasión en 25 años.

Miguel Padilla es el estupendo toletero. Su serenidad en la caja de bateo ha redituado a México dos victorias asombrosas hasta ahora, una por 6-1 sobre Puerto Rico y otra de 10-0 con juego sin hit ante un equipo canadiense que antes había sorprendido a Japón.

El número 9 juega principalmente como antesalista y lanzador. Maniató a los boricuas durante cuatro innings y un tercio, en los que toleró una sola carrera y repartió ocho ponches.

Ha conectado además vuelacercas en cada uno de los encuentros de México. Miguel y David Zárate batearon cuadrangulares seguidos en el primer inning ante Puerto Rico.

“Como el mánager dice, tenemos que seguir trabajando y sentirnos cómodos”, dijo Miguel. “Estoy muy contento por conectar dos jonrones”.

El equipo mexicano, proveniente de Matamoros, ciudad fronteriza con Texas, juega este miércoles contra Taiwán, un equipo que llegó a ser potencia en las Pequeñas Ligas. Miguel estaría en condiciones de subir al montículo bajo las reglas del certamen sobre el límite de lanzamientos.

Hernán Mireles lanzó dos de los cinco innings sin hit el lunes ante Canadá, permitiendo un boleto. David finalizó el juego sin imparable con tres capítulos de relevo perfecto, incluidos seis ponches.

Fue el primer juego sin hit del que haya participado Hernán, dijo él mismo. Y comentó que ni siquiera sabía que había ocurrido sino hasta la conferencia de prensa posterior al encuentro.

“Es la Serie Mundial, todos los juegos son diferentes”, comentó el manager Víctor Salazar. “Tenemos que trabajar en mantener concentrados a los muchachos en los siguientes juegos”.

Si bien David ayudó mucho en el montículo el lunes, lo ha hecho también con el madero. Bateó un jonrón y un doble en el primer encuentro, la victoria sobre Puerto Rico.

Pese a que faltan pruebas complicadas, la oportunidad de dar a México su primer título de este torneo desde 1997 hace soñar a los chicos.

“Es muy importante. Tenemos eso en la mete todo el tiempo”, admitió Salazar. “La meta es ser campeones y hacer historia”.