La controversia sobre el uso de sustancias pegajosas de parte de los lanzadores en las Grandes Ligas al parecer creará situaciones muy interesantes, en algunos casos hasta absurdas.

El martes, por ejemplo, el tres veces ganador del Cy Young, Max Scherzer, fue revisado en tres ocasiones distintas por los árbitros el encuentro a pedidos del dirigente de los Phillies de Filadelfia, Joe Girardi.

Incluso, una de las ocasiones fue entre bateadores, en medio de una entrada.

La molestia en el lanzador provocó que en la última casi comenzara a quitarse la correa en la lomita, mientras los árbitros trataban de tranquilizarlo. Incluso el dirigente de los Nationals, Dave Martínez, salió a quejarse ante los árbitros.

En el momento, hubo señales entre Martínez y Scherzer hacia Girardi en el banco de los Phillies, y al finalizar la entrada, una larga mirada del lanzador mientras salía del terreno provocó a Girardi, quien salió del dugout, gritó algo y fue expulsado.

Esta nueva norma, en la que los árbitros pueden pedirle al jugador el guante, la gorra y la correa. El primer lanzador en ser registrado de esta manera lo fue el pasado ganador del Cy Young, Jacob deGrom, de los Mets de Nueva York, el lunes.

Los protocolos anunciados por MLB destacan que a los lanzadores abridores se les cotejará más de una vez, usualmente antes de una entrada o al finalizarla, para evitar restrasar el flujo del juego.

Scherzer, uno de los lanzadores más dominantes del béisbol, lanzó cinco entradas en las que permitió dos hits, uno de ellos productor de carrera mediante jonrón solitario a Bryce Harper, y dio tres boletos gratis. Abanicó a ocho. Cargó con el triunfo cuando Washington se impuso 3-2.