Marcell Ozuna se reincorpora a los Braves y pide disculpas
El jardinero dominicano viene de cumplir una suspensión por un caso de violencia doméstica que le costó no haber podido jugar con Atlanta en la conquista de la Serie Mundial el año pasado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Venice, Florida. Marcell Ozuna se reincorporó esta semana a las filas de los Braves de Atlanta y dijo que se disculpó ante sus compañeros por su detención del año pasado por un episodio de violencia doméstica.
Agentes de la policía presenciaron a Ozuna maltratar a su mujer y el jardinero fue acusado de agresión con agravantes, incluida agresión a su esposa con las manos en el cuello y golpearla con un yeso de su mano.
Ozuna no estaba con sus compañeros desde su arresto el 29 de mayo del año pasado y no fue parte de la campaña que concluyó con la conquista de la Serie Mundial por parte de los Bravos.
Las Grandes Ligas lo suspendieron retroactivamente por 20 juegos en noviembre, permitiéndole regresar para el inicio de la temporada del 2022.
“Sí, hablé con el equipo”, dijo Ozuna el lunes, en que comenzaron los entrenamientos con el equipo completo. “Hablé con mis compañeros y les dije que lo lamentaba. Que me equivoqué”.
Ozuna fue bien recibido en el clubhouse y varios peloteros latinoamericanos se reunieron en su locker antes del inicio de la práctica, como en los viejos tiempos.
“Es bueno tenerlo de vuelta”, dijo el venezolano Ronald Acuña Jr. “Es un gran jugador. Lo que le pasó afuera del terreno son cosas que le pueden pasar a cualquiera”.
Videos captados por las cámaras de los policías y obtenidos por TMZ Sports dos días después del anuncio de su suspensión parecen indicar que Ozuna tomó a su esposa del cuello cuando los agentes llegaban a su casa en Georgia. La policía de Sandy Springs dijo en un comunicado de mayo que también vio a Ozuna empujar a su esposa contra una pared y golpearla con el yeso de su mano izquierda lesionada.
Ozuna afirmó que completó todos los requisitos de un programa que le fijó la fiscalía del condado de Fulton como condición para retirarle los cargos. El programa incluyó de tres a seis meses de supervisión, la orden de someterse a 24 semanas de un programa para prevenir violencia familiar, al menos 200 horas de servicios comunitarios y una clase sobre cómo controlar el temperamento.
“Lo aprendí todo”, dijo. “Cómo tratar a una persona, cómo ser una mejor persona, el mejor padre, cómo ser un ser humano”.
Agregó que creía que nunca había pasado tiempo solo con sus tres hijos antes del incidente y que los llevó al parque y a jugueterías.
“Le dediqué tiempo a mis hijos, eso es lo más importante”, manifestó. “La familia viene primero. Es lo único que me preocupa ahora, mi familia y venir aquí, trabajar duro, ser honesto con mis compañeros. Eso es lo más importante”, insistió.
El dominicano dijo que esperaba que el público lo perdonase. “A mis fanáticos les voy a dar lo mejor de mí. Voy a ser una mejor persona. Lamento mucho” lo sucedido, expresó.
Cuando se le preguntó qué les diría a las personas que han sido víctimas de violencia doméstica, respondió: “Les diría que me tratasen como la persona que era, Era una gran persona fuera del campo de juego. Quiero ser eso”.
La suspensión le costó 1.55 millones de dólares de su sueldo de 12 millones del año pasado. Está ahora en el segundo año de un contrato a cuatro años por 65 millones de dólares con los Bravos.