St. Petersburg. Los Tampa Bay Rays han anunciado hoy jueves que se retiran de un proyecto para construir un estadio por $1.3 mil millones, citando los huracanes y retrasos que probablemente aumentarán el costo de la propuesta.

El equipo emitió una declaración del propietario principal, Stuart Sternberg, quien dijo que “una serie de eventos” en octubre, que incluyó daños severos al actual Tropicana Field y retrasos en la financiación, llevaron a lo que él calificó como “esta difícil decisión”.

“Después de una cuidadosa deliberación, hemos concluido que no podemos avanzar con el nuevo estadio y el proyecto de desarrollo en este momento”, dijo Sternberg.

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Desplazados del Tropicana Field en St. Petersburg, los Rays jugarán sus partidos en casa esta temporada en el estadio de entrenamiento de primavera de los New York Yankees, el Steinbrenner Field, con capacidad para 11,000 personas.

Mientras tanto, se prevé la reparación del Trop, incluyendo el reemplazo de su techo, que fue destruido por el huracán Milton, para tenerlo listo para la temporada 2026.

Bajo su contrato actual con la ciudad de St. Petersburg, los Rays jugarán tres temporadas más en su estadio actual después de las reparaciones. Más allá de eso, el futuro del equipo en el área de Tampa Bay es incierto.

Las Grandes Ligas y los Rays podrían evaluar la asistencia y el interés de los fanáticos durante la temporada del equipo en Tampa en el Steinbrenner Field mientras consideran otros lugares.

“La ciudad de St. Petersburg está avanzando actualmente con los planes para restaurar Tropicana Field para la temporada 2026″, dijo Sternberg. “Agradecemos sus esfuerzos y estamos emocionados de regresar a nuestro campo el próximo primavera.”

El propuesto estadio de 30,000 asientos es una pieza clave de un proyecto de revitalización más amplio de $6.5 mil millones conocido como el Historic Gas Plant District, que se refiere a un vecindario predominantemente afroamericano que fue desplazado por la construcción del Trop y una salida de la autopista interestatal.

Los defensores del proyecto dicen que el desarrollo transformará una parcela de 86 acres (34 hectáreas) en el centro de la ciudad, con planes para un museo de historia afroamericana, viviendas asequibles, lugares de entretenimiento, además de oficinas y espacio comercial, y la promesa de miles de empleos. Ese proyecto más amplio, que depende del estadio de los Rays como ancla, también queda en suspenso con esta decisión.