Nueva York. Los mayores inversionistas del béisbol parecieron estar en quiebra.

Los Mets de Nueva York disfrutaron estar durante 175 días en el primer lugar, impulsados por su nuevo propietario multimillonario, y seguros de que Jacob deGrom y Max Scherzer los llevarían a la gloria y de que Buck Showalter haría todos los movimientos correctos.

Pero todo ese esfuerzo, lágrimas y sudor terminaron sin saborear las burbujas del champán ni sin ganar un anillo, sino con una derrota vía blanqueada de un solo golpe ante una multitud atónita en un partido en el que Showalter incluso instó a los árbitros a verificar si el lanzador del otro equipo estaba utilizando en el juego alguna sustancia pegajosa para agarrar mejor la pelota.

“Para ser honesto, duele. Realmente duele”, dijo Pete Alonso después de la derrota del domingo por la noche por final 6-0 ante San Diego que puso fin al regreso de los Mets a la postemporada a tan solo tres juegos del inicio de dicho retorno.

“No es solo perder. Es una especie de disolución porque cada uno de los chicos en esta casa club es realmente increíble. Y apesta que no vaya a ser el mismo grupo el año que viene porque tienes la agencia libre, posibilidades de canje”, dijo.

Paul Alonso, a la izquierda, y Buck Showalter, a la derecha, buscan conocer cómo se siente Francisco Lindor (12) luego que se conectara un foul sobre su rodilla en la cuarta entrada del partido del domingo.
Paul Alonso, a la izquierda, y Buck Showalter, a la derecha, buscan conocer cómo se siente Francisco Lindor (12) luego que se conectara un foul sobre su rodilla en la cuarta entrada del partido del domingo. (Frank Franklin II)

Un día antes de la derrota en la ronda de comodines, el lanzador Chris Bassitt pensó en lo que representa jugar en la Ciudad Gótica.

“No hay una ciudad más difícil en nuestro país para practicar un deporte”, dijo. “Nueva York es un desafío absoluto todas las noches”.

Y ahora los Mets están en la línea de fuego, entrando a un invierno de constantes cuestionamientos de lucha, fortaleza y agencia libre. En el grupo podrían salir como agentes libres Jacob deGrom, Edwin Díaz, Brandon Nimmo, Seth Lugo, Adam Ottavino y Trevor May, y quizás Bassitt y Taijuan Walker.

En su segunda temporada desde que compró el equipo que llevaba años jugando con deficiencias de presupuesto, el propietario Steve Cohen se unió al nuevo gerente general Billy Eppler para aumentar la nómina a $274 millones, la primera vez que los Mets son el mayor inversionista del béisbol desde 1989. Contrataron a Showalter como dirigente para cambiar una cultura que llevaba demasiado tiempo siendo tolerante con la inmadurez y la irresponsabilidad.

Los jugadores respondieron tomando una ventaja de 10 juegos y medio en la División Este de la Liga Nacional antes del 1 de junio, despertando sueños de un campeonato para unirse a los Miracle Mets de 1969 de Tom Seaver y Jerry Koosman, y a los fanfarrones de 1986 liderados por Dwight Gooden, Darryl Strawberry, Keith Hernandez y Gary Carter.

Jeff McNeil reacciona con frustración tras poncharse en un turno al bate. Los Mets solo dieron un hit en el partido del domingo.
Jeff McNeil reacciona con frustración tras poncharse en un turno al bate. Los Mets solo dieron un hit en el partido del domingo. (Frank Franklin II)

En una fiesta de celebración en el clubhouse del equipo visitante en Milwaukee el 19 de septiembre, después de que Scherzer lanzara seis entradas perfectas para asegurarse a los Mets un lugar en la postemporada, Cohen dijo que asegurar el primer viaje a los playoffs desde 2016 era “solo el primer paso”.

“Esto es muy divertido, ¿verdad? Quiero decir, es mucho mejor que perder”, dijo Cohen entonces. “Tengo altas expectativas.
Creo que este es un equipo que puede llegar muy lejos”.

Pero después de ser barridos en Atlanta, perdieron el Este de la Liga Nacional ante los Braves, enviando a los Mets con 101 victorias a una nueva ronda de playoffs, la de comodines. Cohen no se veía por ningún lado en el clubhouse ayer después de la derrota que puso fin a la temporada.

Scherzer permitió cuatro jonrones a los Padres cuando los Mets perdieron el primer partido de la postemporada el viernes por 7-1, y la victoria de deGrom por 7-3 el sábado no fue suficiente para iniciar una recuperación. Fueron blanqueados por cuarta vez desde la pausa del Juego de Estrellas y batearon .185 con seis hits de extra bases en la serie, yéndose de 10-0 con dos outs y corredores en posición de anotar.

“Es el peor día del año”, dijo Scherzer. “Esta liga no perdona. Encuentra la manera de golpearte en la cara cada vez y tienes que encontrar la manera de responder, volver y querer más. Esa es la vida de ser un jugador de Grandes Ligas. Desearía que todo saliera bien. Desearía que todo saliera a nuestro favor, pero la mayoría de las veces, no es así”.

El relevista boricua Seth Lugo es uno de varios nombres importantes del equipo que serán agentes libres al cierre de la temporada.
El relevista boricua Seth Lugo es uno de varios nombres importantes del equipo que serán agentes libres al cierre de la temporada. (Frank Franklin II)

Showalter, de 66 años y dirigiendo a su quinto equipo en su temporada número 21 como mánager de Grandes Ligas, nunca ha llegado a la Serie Mundial. Grabaría su nombre junto a Gil Hodges y Davey Johnson en la tradición de los Mets si empuja a este equipo a la cima.

“Billy, Steve y yo hemos estado hablando... estamos tratando de hacer cosas en las que los fanáticos puedan confiar. No simplemente hablar de eso. Sino hacerlo. Ha habido suficiente conversación. No aquí necesariamente, solo en general”, dijo Showalter. “Los fanáticos no quieren más conversación. Quieren acción. Que juguemos mejor”.

Al ganar un par de premios Cy Young, deGrom se convirtió en un favorito de los fanáticos porque en los días malos era la gran nota positiva del equipo. Ahora a los 34 años, y después de una temporada y media de lesiones, se espera que renuncie a su contrato, renuncie a un salario de $30.5 millones para el próximo año y se convierta en agente libre. Descartó todas las preguntas sobre si cree que volverá la próxima temporada.

“No voy a discutir nada de eso. No tengo idea”, dijo.

En los minutos posteriores a la derrota, Showalter había tratado de aliviar su dolor mientras despertaba la introspección.

“Creo que les dije a nuestros jugadores que no quiero que se disculpen por ganar 101, 102 juegos”, dijo. “Porque fue lo que nos dio la oportunidad de hacer lo que pudimos hacer en los últimos tres juegos. Eso es todo lo que obtienes a cambio”.