Phoenix. Merrill Kelly navegó en el Internet para encontrar algunas entradas, se puso una sudadera con capucha y una gorra para que no lo reconocieran y llevó a su hermano Reid al tercer juego de la Serie Mundial en el Citizens Bank Park el año pasado, donde los dos vieron a los Phillies de Filadelfia conectar cinco jonrones en ruta a lograr una victoria por 7-0 frente a Houston.

Kelly sintió la electricidad de la multitud en la postemporada, la energía de la ciudad, y la disfrutó.

“Aquí es donde quiero estar dentro de un año”, le dijo Kelly a su hermano.

El derecho de Arizona cumplirá su deseo a partir del lunes cuando su equipo enfrente a los Phillies en el primer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Los Diamondbacks no han llegado tan lejos en los playoffs desde 2007, mientras que Filadelfia está de regreso por segundo año consecutivo después de vencer a los Braves de Atlanta en una Serie Divisional de cuatro juegos culminada con la victoria por 3-1 del jueves.

Kelly dijo que ver los cinco jonrones de Filadelfia contra los Astros le dio una buena idea de qué esperar.

“Me cuesta creer que cualquier cosa que esté a punto de experimentar vaya a ser más ruidosa que eso”, dijo Kelly.

En muchos sentidos, los Diamondbacks esperan recorrer el mismo camino que los Phillies el año pasado, quienes también fueron el sexto sembrado de la temporada y realizaron una improbable carrera hacia la Serie Mundial, donde perdieron ante los Astros en seis juegos. Los D’Backs tienen marca de 5-0 en esta postemporada, barriendo dos juegos de Milwaukee antes de ganar tres seguidos contra los Dodgers de Los Ángeles, que lograron 100 victorias.

El primera base de los Diamondbacks, Christian Walker, quien creció en los suburbios de Filadelfia, dijo que ver a los Phillies llegar lejos en la postemporada por segundo año consecutivo es impresionante.

“Ganar en la postemporada no es suerte. Tienes que ganártelo”, dijo Walker. “Hacerlo más de un año seguido se siente un poco diferente. Repetir el éxito, establecer una presencia en la postemporada”.

Filadelfia ganó la serie de la temporada a los Diamondbacks 4-3. Los Phillies tienen una alineación profunda con Bryce Harper, Nick Castellanos, Trea Turner, Kyle Schwarber y J.T. Realmuto y dos lanzadores caballos de batalla en la cima de la rotación: Zach Wheeler y Aaron Nola.

Harper amplió su tradición de postemporada con dos jonrones decisivos en el Juego 3. Castellanos conectó dos jonrones solitarios el jueves.

“Tengo muchas ganas de competir con esos muchachos”, dijo Walker. “Ya hemos tenido algunas buenas batallas a principios de esta temporada. Es un gran grupo de muchachos. Tienen mucha química, muy parecida a la nuestra. Pero sí, de arriba a abajo, tengo muchas ganas de luchar contra ellos”.

El manager de los D-backs, Torey Lovullo, dijo que su equipo iniciará con el derecho Zac Gallen en el Juego 1 y con Kelly en el Juego 2. Kelly dijo que el equipo tiene mucho respeto por los Phillies, pero se siente probado en batalla después de grandes victorias sobre los Brewers y los Dodgers.

“Si cometes más errores de los que no cometes, entonces probablemente te ganarán”, dijo Kelly. “Si no lo haces, entonces siguen siendo humanos, siguen siendo bateadores, y si haces buenos lanzamientos, saldrán outs, como todos los demás”.

Los Diamondbacks han mostrado su propio estallido durante la postemporada, coronado por un récord de postemporada de cuatro jonrones solitarios en la tercera entrada de su victoria por 4-2 que acabó con los Dodgers. El novato Corbin Carroll ha estado excelente en la parte superior de la alineación y la ofensiva puede ser un terror en las bases, robando la segunda mayor cantidad de bases en las Grandes Ligas esta temporada.

“Este equipo cree que puede competir contra cualquiera”, dijo el técnico Torey Lovullo.

Los D’Backs deberían estar con toda su fuerza para el Juego 1. El receptor Gabriel Moreno se fue el miércoles después de recibir una bola de foul de su mano derecha, pero las radiografías fueron negativas y Lovullo espera que esté en la alineación.

El equipo disputó un partido intra-escuadra el viernes y viajó a Filadelfia el sábado. Los D’Backs saben que les espera un ambiente estridente.

“Todo el mundo dice que es un poco intimidante, pero yo siento que esa es la parte divertida”, dijo Kelly. “Es por eso que estamos aquí. Lo hacemos por los fanáticos. Los fanáticos son la razón por la que incluso tenemos una liga. Entonces, si te gritan a ti o por ti, siempre y cuando haya 40,000, 50,000 personas en las gradas, eso es lo que nos entusiasma”.