Si los Astros van a ganar su tercer campeonato con el núcleo que lidera José Altuve y que dirige el riopedrense Josué Espada, el equipo va a tener que comenzar a convencer.

Los Astros siguen perdiendo más juegos de los que están ganando en la temporada y andan a mitad de mayo jugando para 9 partidos por debajo del promedio de .500, lo que es un porcentaje muy lejano al de su historia de al menos las pasadas ocho temporadas.

Su fanaticada, sin dudas, debe estar sufriendo cada juego, ya sea echado para atrás en una silla del estadio o con el control en la mano, lista para apagar el televisor.

Varios factores tienen a los Astros jugando así. Todo comienza con que su efectividad colectiva que está en 4.96, la tercera peor en las Grandes Ligas, solamente superados por los Marlins de Miami y los Rockies de Colorado.

Pero también hay que decir que no ha sido el problema de Espada y de su coach de lanzadores porque desde el inicio de temporada las lesiones en los brazos de los Astros han obligado a la organización a ascender a tres abridores desde las ligas menores.

Ese ha sido el caso, por ejemplo, del prospecto Spencer Arriguetti, quien tiene marca de 1-4 en seis salidas, más acumula efectividad de 7.52. Arriguetti llena el espacio en la rotación de José Urquidy. Otro lo es Blair Henley, quien dio un out en su única salida en el 2024, y ésta para llenar el espacio del zurdo y ace de la rotación, Framber Valdez. Le tocó abrir ante los Rangers.

Mientras, el revelo tampoco luce como en el estado sólido que tuvo en el 2024. Actualmente tiene efectividad de 4.45, lo que le coloca en el puesto 21 entre las 30 novenas. El relevista intermedio José Abreu ha comenzado a enderezar luego de un pobre comienzo e inicia a liderar el trío de relevistas que suben a la loma con los Astros arriba en la pizarra. Los otros dos son Ryan Pressly y el taponero Josh Hader.

El bullpen ha salvado solo 6 juegos en 13 oportunidades. Pressly, a quien Espada retiró de taponero para darle ese puesto a Hader, tiene 0-2 en oportunidades de rescates.

Houston, desde el saque de la temporada, ha sido incapaz de ganarle a los equipos contendientes. Eso queda mejor evidenciado con el hecho que contra los Yankees de Nueva York juegan para 1-5 y que fueron barridos por los Braves de Atlanta en una serie. Los Astros juegan para 10-22 frente a equipos con promedio de .500 o mejor en el renglón de victorias logradas.

Sí le han ganado series a losGuardians de Cleveland y tiene marca de 4-3 ante los Rangers. Pero han perdido dos de tres ante los líderes de su División Oeste, los Mariners de Seattle. Tiene marca de 6-5 dentro de su división.

El bateo, vale destacar, no ha sido el problema, sino la salvación hasta el momento para este equipo que cuadra con Altuve, Yordan Álvarez, Kyle Tucker, Alex Bregman, Jeremy Peña y que produce con sus bateadores de abajo.

Houston lidera las Grandes Ligas en bateo colectivo con promedio de .263 y Tucker es el líder de cuadrangulares en la liga con 13, sin contar la acción del martes. Peña batea .335 y Altuve .315. El noveno bate Mauricio Dubón promedia .303 con 15 carreras impulsadas.

Pudiese estar mejor el bateo si éste fuera más oportuno. Houston batea para .261 con corredores en posición de anotar, lo que suena bueno. Pero ese .261 solo es bueno para ocupar el puesto 11 entre las 30 novenas del béisbol. Y ocupa el puesto 17 en carreras producidas (129) en situaciones de corredores en posición de anotar. Para este equipo que ocupa el quinto lugar en promedio de llegar a base con .329, esa producción de carreras podría ser mejor.

Los Astros iban ayer a su segundo juego de una serie de cuatro partidos ante los Athletics de Oakland y tienen de frente una buena oportunidad para comenzar a acercarse a jugar para .500 y partir desde ahí para ascender en la División Oeste que lideran los Mariners y los Rangers.