Houston. Para muchos puede que el bateo de los Astros de Houston, la mejor ofensiva de las Mayores este año, se haya caído. Otros, empezando por los propios Astros, reconocen que decir solo eso sería negarle el crédito al pitcheo de los Braves de Atlanta en la Serie Mundial.

Los Astros fueron sencillamente amarrados en su ofensiva, especialmente por el bullpen de los Braves, que concluyeron con una blanqueada de 7-0 el martes en Houston, en la que permitieron apenas seis indiscutibles a la potente alineación del equipo texano.

En las cuatro victorias de los Braves en seis partidos que duró la serie, el pitcheo de los nuevos campeones de las Grandes Ligas sencillamente abusó, permitiendo solo cuatro carreras. Atlanta blanqueó a Houston en dos ocasiones, y en otras dos concedió solo dos anotaciones por juego.

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“El pitcheo nos apagó”, fue parte de lo que dijo el dirigente de Houston Dusty Baker en sus primeras declaraciones tras la conclusión de la Serie Mundial, al tiempo que aprovechó para felicitar a su contraparte de Atlanta, el dirigente Brian Snitker.

Los Astros, que dominaron la estadística de bateo colectivo durante la temporada regular en las Grandes Ligas, con .267 de promedio, fueron también los que más hits conectaron con 1,496, los que más carreras empujaron con 834, y los que más anotaron con 863.

Y cuando se analizan los números finales de la postemporada completa, resulta irónico que el bateo de los Astros (.260) haya sido mejor que el de los Braves (.246), y que hayan marcado más carreras, 87-65.

La explicación está justamente en lo que ocurrió en la Serie Mundial.

“Nos estaban lanzando duro. Quiero decir, nos estaban lanzando muy duro. Tienes que darles crédito por lanzar tan duro. Nos exploraron a lo grande. Yordan (Álvarez) no pudo seguir matando la pelota en la forma en que estuvo la serie anterior (contra Boston). No sé cuál fue la cuenta, pero sacaron la pelota del estadio a cuenta de nosotros, y eso es en lo que descansaron. Fue en lo que confiaron todo el año”, reconoció Baker.

La estadística fue contundente. Más aun con un pitcheo tan dominante, que no hizo tan necesario que hubieran grandes ‘rallies’ de anotaciones por parte de Atlanta, aunque sí los hubo. Pero en lo que respecta al bateo de poder, los Braves dominaron a los Astros 11-2 en cuadrangulares, y los únicos dos de Houston fueron ambos del segunda base venezolano José Altuve.

“Tuvieron algunos boletos, dieron hits con dos outs y algunos jonrones. Batearon más jonrones en nuestro parque que nosotros, y por lo general eso no sucede”, reconoció el mánager de 24 años de experiencia.

Antes de llegar a su tercer Clásico de Otoño en cinco temporadas, en la primera ronda de estos playoffs Houston bateó .288 (tercero en las series divisionales) pero fue el que más carreras anotó con 31. Luego en las Series de Campeonato, de los cuatro equipos activos (dos en cada liga), volvió a dominar en bateo con .277, en carreras anotadas con 36 (Atlanta hizo 28 contra los Dodgers) y en empujadas con 34 (frente a 27 de los Braves ante Los Ángeles).

Los Braves ganaron la serie no necesariamente por su gran producción ofensiva, la cual hizo su trabajo, pero más bien por el trabajo de sus lanzadores, quienes silenciaron la ofensiva del mejor equipo ofensivo de las Mayores.
Los Braves ganaron la serie no necesariamente por su gran producción ofensiva, la cual hizo su trabajo, pero más bien por el trabajo de sus lanzadores, quienes silenciaron la ofensiva del mejor equipo ofensivo de las Mayores. (Ramón “Tonito” Zayas)

La tortilla se viró, o la viraron los Braves en la Serie Mundial, en la que Atlanta bateó .239 vs. .224, y la diferencia de carreras fue de 25-20. Pero el márgen mayor estuvo en el renglón de los jonrones.

Tan solo el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, el cubano Jorge Soler, conectó más cuadrangulares (3) que todo el equipo de Houston.

Cuando se le preguntó a Baker sobre la labor del pitcher iniciador de Atlanta, Max Fried, este no se mostró sorprendido.

“Bueno, salió lanzando rectas, cuando la última vez salió tirando mayormente lanzamientos rompientes. Estaba localizando su recta. Esa ventaja de 3-0 realmente lo encendió. Sabes que es capaz de ese tipo de juegos. Tuvo un gran partido contra nosotros”, destacó Baker sobre el zurdo, quien ganó el juego tras lanzar seis entradas completas, la apertura más larga de toda la Serie Mundial para cualquier abridor de ambos equipos, y ponchó a seis permitiendo solo cuatro hits a Houston.

Sobre la ventaja 3-0, Baker se refería al cuadrangular de tres carreras de Soler en la tercera entrada, ante los envíos del abridor venezolano Luis García, quien solo duró 2.2 innings y salió después del palo de 446 pies de Soler.

Max Fried estuvo imponente en el sexto juego que resultó en la coronación de los Braves.
Max Fried estuvo imponente en el sexto juego que resultó en la coronación de los Braves. (Ramón “Tonito” Zayas)

En el camerino de Houston, después, solo hubo resignación, pero a la vez reconocimiento de la labor realizada durante el año para regresar a otra Serie Mundial, su tercera, luego de jugar en su quinta Serie de Campeonato de la Liga Americana por quinto año consecutivo.

“Se habló del esfuerzo que hicimos, el trabajo fuerte que tuvimos que hacer para llegar hasta donde llegamos. No pudimos lograr la meta final pero estoy orgulloso de los muchachos”, dijo por su lado el campocorto boricua Carlos Correa

“Es difícil, pero ¿sabes algo?; tienes que continuar adelante, y esto da aun más incentivo para el próximo año. Es difícil de aceptar ahora, pero esto también pasará. Es decir, duele mucho, pero se acabó”, añadió Baker.

Entretanto, Altuve habló a preguntas de la prensa, sobre lo que significa haber llegado tan lejos como el Clásico de Otoño, con dos viajes en los últimos cuatro años, y haberse quedado cortos en ambos sin poder volver a conquistar un anillo de campeones. Pero este se enfocó más en hablar del equipo y sus compañeros.

“Sí, estuvimos muy cerca. Somos como una familia. Tenemos una buena relación. Aun si tenemos muchachos nuevos cada año, ellos se convierten en parte de nuestra familia. Tenemos, como dije, una buena relación con todo el mundo. A la gente le gusta estar aquí”, dijo Altuve.

“Ellos (los Braves) jugaron realmente bien, toda la ruta desde el primer partido hasta hoy. Hicieron un trabajo asombroso. Nosotros hicimos todo lo que pudimos. Ellos se merecen lo que tienen”.

Tampoco faltó el elemento de nostalgia al preguntársele sobre la posibilidad de haber jugado su último partido junto al puertorriqueño Carlos Correa, quien se convertirá en agente libre ahora en noviembre, y lo que eso significaría.

“Estaría triste, pero como dije, todavía él no es agente libre. Sé que vamos a tratar de firmarlo de nuevo. Como dije la vez pasada, no he perdido mis esperanzas”.