¿Ustedes creían, amigos lectores, que los Arenosos de Camuy iban a esperar hasta el fin de semana para hacer una caravana de pueblo luego de haber esperado 66 años por un campeonato?

No. Claro que no.

Esta misma tarde, a las horas de haber regresado en la madrugada de este lunes con el trofeo de campeones de Doble A que ganaron el domingo en Cayey, los Arenosos se tirarán a las calles del pueblo para celebrar con su gente en una caravana que concluirá en la plaza de recreo para la fiesta de pueblo, dijo al apoderado campeón, Ángel Santomayor.

La caravana estaba pautada para arrancar a las 3:00 p.m.

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Lo que ocurrió el domingo y la fiesta de este lunes son eventos que los Arenosos han estado esperando por generaciones desde que debutaron en la pelota Doble A. Es el primer campeonato para la franquicia que no había perdido la esperanza de ganar a juzgar por sus 66 ininturrumpidas temporadas de existencia en la liga.

“Esto es un sueño hecho realidad”, dijo Sotomayor. “El pueblo esta bien contento. Lo que se vive es alegría en Camuy”.

Los Arenosos ganaron el campeonato con una victoria 12-6 en el juego decisivo en estadio Pedro Montañez de Cayey ante los Toritos que se quedaron a una victoria del bicampeonato.

La celebración comenzó en las gradas del estadio desde la séptima entrada, cuando Camuy tenía ventaja de 12-3, y llegó a su punto climático sobre el terreno con el out 27 vía la ruta 6-3 que dieron el campo corto Luis Mateo al primer base Kerby Camacho.

Cientos de fanáticos de Camuy presentes en el estadio se tiraron al terreno para celebrar junto a su equipo, con el dirigente-jugador Dennis Pérez, el Jugador Más Valioso de la final, Víctor Claudio, y entre otros tantos el relevista héroe de la victoria Henry Iglesias.

La fiesta se trasladó a Camuy en la madrugada del lunes, específicamente en la plaza de recreo, en donde cientos de fanáticos siguieron el partido mirando la pantalla gigante ubicada en el área. Cientos esperaron también a los Arenosos a que llegarán al norte para enseñarles el trofeo, describió Sotomayor.

“Llegamos como a las dos de la madrugada y la gente nos estaba esperando. Aquella plaza estaba repleta”, dijo.