El senador estadounidense Bob Menéndez y el representante federal Darren Soto presentaron una resolución bicameral para reconocer el significado histórico del lugar donde murió el pelotero puertorriqueño y astro de las Grandes Ligas Roberto Clemente.

Clemente (1934-1972) falleció en un accidente aéreo en el mar cerca de Piñones, en Loíza, un sitio en el norte de Puerto Rico que la resolución insta al Secretario del Interior de Estados Unidos a agregar al Registro Nacional de Lugares Históricos.

”Roberto Clemente no solo dejó su huella en el béisbol profesional puertorriqueño, sino que también dejó un legado por su defensa y compromiso con el trato equitativo a los jugadores de béisbol sin importar su raza o lugar de origen,” dijo Menéndez en un comunicado.

El senador destacó que “la historia de Clemente es una verdadera historia del sueño americano” y que por ello está “orgulloso” de liderar esta resolución en el Senado.

”Desde hace mucho tiempo, el Departamento del Interior debería haber reconocido la importancia histórica de sus esfuerzos humanitarios al darle esta distinción especial al lugar de su trágica muerte en la isla de Puerto Rico”, agregó.

Por su parte, el representante Soto recordó que en Florida el legado de Roberto Clemente “sigue vivo” en las calles y escuelas con su nombre, y en las enseñanzas morales que se imparten a los niños.

”Desde sus esfuerzos por reformar el béisbol estadounidense hasta su trabajo humanitario, Clemente demostró que practicaba lo que predicaba y dedicó su vida a ayudar a otros a superar la adversidad. Aunque su vida fue trágicamente truncada, seguiremos luchando para mantener vivo su espíritu”, aseveró.

Clemente, el primer latino en conectar 3,000 imparables en las Grandes Ligas y elegido 15 veces al Juego de Estrellas, perdió la vida en el día de despedida de Año Nuevo de 1972 en un accidente aéreo cuando llevaba ayuda humanitaria a las víctimas de un terremoto en Nicaragua.

Roberto Clemente dejó una huella imborrable en las Grandes Ligas
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El pelotero es el eterno héroe, ídolo e ícono de nuestra historia

Comenzó a jugar para los Piratas de Pittsburgh de la Liga Nacional en las Grandes Ligas de Béisbol en 1955, donde estuvo 18 temporadas, convirtiéndose en una leyenda del béisbol.

A lo largo de su carrera ganó dos Campeonatos de la Serie Mundial de Béisbol de las Grandes Ligas (1960 y 1971) y fue nombrado Jugador Más Valioso de la Serie Mundial (1971).

Al margen del deporte, Clemente se alistó en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos en 1958 y sirvió como soldado de infantería durante seis años hasta 1964, cuando fue dado de baja con honores.