Hace menos de una semana, el jardinero boricua Eddie Rosario tuvo una nueva oportunidad para demostrarle a los Dodgers de Los Ángeles su habilidad dentro de un terreno de las Grandes Ligas.

Pero su madero no cooperó. Rosario pegó un indiscutible en cuatro oportunidades al bate en sus únicos dos juegos en los que ha visto acción con la novena de Hollywood esta temporada. El boricua sustituyó en el róster a la estrella japonesa Shohei Ohtani, quien se acogió a una licencia por paternidad tras el nacimiento de su primogénita.

Tan pronto regresó Ohtani el domingo, los Dodgers colocaron al guardabosque guayamés para asignación.

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Con la decisión de los Dodgers, la carrera de Rosario, que para esta campaña pactó un acuerdo de liga menor con Los Ángeles, pareciera en el limbo, aunque en el filial Triple A promediaba .339 con 20 imparables, dos jonrones, 11 carreras y 12 anotaciones remolcadas.

Para el primer dirigente boricua en las Mayores, Edwin Rodríguez, Rosario le queda béisbol y esto es solo una nueva etapa en su carrera. Así lo compartió Rodríguez, quien lo dirigió en la edición del 2017 del Clásico Mundial de Béisbol, tras ser consultado por Primera Hora.

“Yo entiendo que por lo menos tres o cuatro años de talento le quedan en Grandes Ligas. Pero todo depende de que él acepte su nuevo rol, sobre que lo van a subir cuando sea necesario”, expresó Rodríguez.

“Es difícil para cualquier pelotero, pero esto no es nuevo en la etapa que pasa un jugador, es nuevo para él”.

Rodríguez reconoció que el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el 2021 con los eventuales campeones Braves de Atlanta ha manejado bien su actual posición.

El exmánager resaltó lo importante de la participación de Rosario con los Indios de Mayagüez en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) durante la pasada campaña 2024-25, luego de siete años de ausencia. Los Indios son los actuales campeones.

“Lo está manejando bien. La decisión de venir a jugar la invernal, ya ahí, es un proceso de aceptación. Espérate. Si yo quiero esto, tengo que hacer de todo”, dijo.

El jardinero de los Indios de Mayagüez durante la temporada del béisbol invernal.
El jardinero de los Indios de Mayagüez durante la temporada del béisbol invernal. (Carlos Rivera Giusti)

Sin espacio

Rodríguez entiende que el panorama de Rosario es complicado por el hecho de que los Dodgers tienen una plantilla completa y competitiva en todas las posiciones. Así las cosas, el boricua fungiría como un organization player.

Una de las cosas buenas o malas es que firmó con un equipo de los Dodgers, que ya ese róster estaba hecho desde el año pasado y no había mucho espacio ahí para quedarse a tiempo completo. Hubiera sido en los Marlins (de Miami) en (los Rookies de) Colorado, pues quizá hubiera tenido mejores oportunidades de hacer el equipo y quedarse todo el año”, comentó. “Eso es algo que él y su agente van a tener que evaluar en su momento”.

“Puede estar en ese periodo de pelotero de un cuarto outfield o lo que se llama un pelotero de organización, te sube o te bajan dependiendo como la organización te necesita”, agregó.

Otro factor que para Rodríguez juega en contra de Rosario es cómo las organizaciones están manejando sus fincas. El expiloto aseguró que los equipos principales están optando por llenar los espacios con jugadores de menor valor.

“Es mucho más difícil ahora y no creo que sean los contratos grandes, sino la forma en que las organizaciones están manejando el talento que tienen en ligas menores. Antes un pelotero firmaba colegial o escuela superior y estaba cinco, seis, siete años en ligas menores. Ahora no. Ya el mismo año, o el segundo, lo suben”.

“Esa nueva filosofía afecta al pelotero que ya está establecido porque tan pronto tienes uno o dos años de poca producción, ya eres candidato para que te sustituyan. Por qué te van a pagar $5 millones si tú me vas a producir igual o menos que el que yo acabo de firmar de colegio y me está ganando el mínimo”, aseveró Rodríguez.

Eddie Rosario durante el Spring Training.
Eddie Rosario durante el Spring Training. (Ashley Landis)

Después de que en el 2021, el jardinero conquistó el Clásico de Otoño con los Braves firmó un contrato de dos años y $18 millones, que incluyó una opción para una tercera temporada, pero que Atlanta optó por no ejercer. Así las cosas, concluida la campaña del 2023, entró a la agencia libre.

Previo a iniciar la pasada temporada 2024, pactó un acuerdo de liga menor con los Nationals de Washington con invitación a los entrenamientos de primavera. Hizo el equipo, pero fue dejado libre y retornó en julio a los Braves con otro contrato de liga menor.

Atlanta lo colocó para asignación y en agosto acordó otro contrato de liga menor con los Mets de Nueva York, y el mismo mes le dieron realesed.

“Debe hacer un buen plan de estrategia. Oye, que no se vaya a los Yankees (de Nueva York), que no se vaya a los Dodgers y que no se vaya a (los Astros de) Houston. Váyase con equipo que tiene probabilidades de hacer el equipo y quedarse todo el año. Tiene que prepararse mejor en todos esos aspectos”, recomendó el exdirigente de los Marlins.

Un “consejo” de Kike

En tono de risa, pero a la vez con seriedad, Rodríguez comentó que Rosario le debería pedir un consejo al también boricua Enrqiue “Kike” Hernández, que al finalizar múltiples temporadas, aun siendo campeón, queda sin un contrato garantizado.

“Tú tienes a un Kike Hernández, que en los últimos años queda campeón y después está sin equipo hasta el último mes de Spring Training. Él entiende y su agente le ha ayudado a entender su rol. Eso le va a pasar prácticamente todos los años que le queda en el béisbol y él lo ha aceptado. Lo firman a última hora, se queda en el equipo y termina con 300 y hasta 400 turnos porque ha aprendido a aceptar su rol”, sostuvo.

Hernández es campeón de la Serie Mundial con los Dodgers en el 2020 y 2024. Al concluir ambas campañas se convirtió en agente libre.

“Oye, que (Eddie) le dé una llamada a Kike Hernández. Tiene un doctorado en esto y puede darle unos cuantos consejos”, concluyó.