“Le perdí el amor al deporte”: José Abreu se sincera sobre su salida de MLB y metas con los Senadores
El Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2020 comparte con Primera Hora cómo procesó ser liberado de su contrato por los Astros.
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Caguas. José “Pito” Abreu no tardó mucho en saber cuál sería su próximo destino cuando fue dejado en libertad por los Astros de Houston el 14 de junio, a menos de la mitad de su contrato de tres años por $58.5 millones.
Poco después de recibir la devastadora noticia, el primera base cubano ya había decidido que jugaría en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC), influenciado por una conversación con el puertorriqueño Alex Cintrón, gerente general de los Senadores de San Juan y coach de bateo de los Astros.
“Los seres humanos tenemos palabra. El gerente general de esta institución fue hitting coach mío por dos años en Houston y le tengo mucho respeto. Desde que me dejaron libre en junio, le di la palabra de que iba a jugar invernal y aquí estamos”, dijo Abreu en una entrevista con Primera Hora.
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“Cintrón me había hablado de que había buen grupo y lo he comprobado. Esto es un grupo de muchachitos que nunca se dan por vencidos. Eso es lo que estamos buscando, que entiendan que hasta que no hayan 27 outs no se acaba el juego. Tienen hambre y eso es algo bien importante en el proceso”, agregó.
Minutos antes de que comenzara el juego entre los Senadores y los Criollos de Caguas en el Estadio Yldefonso Solá Morales en la noche del martes, múltiples jugadores de San Juan rodeaban al inicialista, de 37 años, en el dugout visitante mientras este hablaba. Y es que Abreu, Jugador Más Valioso de la Liga Americana en el 2020, es el veterano de un equipo repleto de prospectos.
“Desde el día uno, les he dejado saber a muchos que aquí estamos a la disposición para ayudarlos a cumplir su sueño de llegar a las Grandes Ligas. Yo creo que eso es una de las mejores cosas que puedo hacer en este proceso”, compartió.
Y aunque el inicialista cubano aseguró que se está disfrutando su primera temporada jugando en una liga invernal, confesó que los últimos cinco meses han sido sumamente complicados en el plano profesional y personal.
“Quiero encontrar la felicidad”
En su última campaña en las Grandes Ligas, Abreu bateó para .124 (de 113-14) en 35 partidos, con dos cuadrangulares y siete empujadas, luego de firmar un jugoso contrato en el 2023. Tuvo un trecho en liga menor para tratar de arreglar su swing, pero en 45 visitas al plato, desde que volvió al equipo grande, acumuló un promedio de bateo de .167 con un par de jonrones.
“En un momento dado, le perdí el amor al deporte por todas las cosas que pasaron. Es complicado cuando tú no funcionas. Yo no estaba funcionando como bateador. Jugaba un día y no jugaba en otro. Yo estaba en un equipo ganador, había que ganar y no iban a esperar por mí. Se me hizo difícil y poco a poco le fui perdiendo el amor al juego”, admitió.
Por esta razón, la meta de Abreu en esta temporada de la LBPRC es volver a enamorarse de este deporte, más allá de dejar una buena impresión para regresar a las Grandes Ligas, pese a que ha despertado el interés de tres organizaciones.
“La meta es la felicidad. Quiero encontrar la felicidad y regresar hacia mí el amor que uno le tenía al juego, independientemente de que los últimos meses no fueron los mejores en las Grandes Ligas. No estoy contento, pero estoy en paz con lo que hice porque lo intenté hacer todo para buscar el mejor José, no salió y lo tenemos que buscar aquí”, sostuvo.
Abreu relató que lo más difícil de haber sido cortado por los Astros fue llegar a su hogar y tener que explicarles a sus hijos que su papá ya no jugaría en la MLB.
“Tuve que tomar un tiempo para poder entrar a la casa porque, ¿cómo le iba a decir a mis hijos que me habían dejado libre?”, recordó.
Sin embargo, decidió ver el lado positivo de este duro proceso y pasar gran parte de estos últimos meses junto a sus hijos, esposa y madre. Algo que no pudo hacer con frecuencia durante las 11 temporadas que jugó en las Mayores con Houston y los White Sox de Chicago, en las que promedió .283.
“Siempre hay una parte agria y una parte dulce. La parte dulce fue que tomé más tiempo con ellos y eso fue algo grandioso”, expresó Abreu, quien adelantó que su familia estaría llegando la próxima semana a Puerto Rico.
Confiado en el talento joven de los Senadores
El cambio de escenario parece estar funcionando para Abreu, quien describió a la isla como “cuba moderna”. En sus primeros dos juegos en la LBPRC, la sacó del parque frente a los Indios de Mayagüez, en el Estadio Isidoro “Cholo” García.
Los Senadores terminaron la temporada pasada en el sótano de la tabla de posiciones con récord de 11-20. Aun así, el primera base cubano está confiado de que la novena sanjuanera tendrá un desenlace distinto en este torneo.
“Vamos a seguir batallando. No nos vamos a cansar hasta que logremos lo que queremos como equipo. Yo creo que eso es lo más importante y es de las cosas que hablamos todos los días. Hay mucho talento, hay que trabajar y hay que ir partido a partido para alcanzar las cosas que queremos como equipo”, sentenció.