Los Ángeles. Shohei Ohtani se sentó ante una pequeña mesa y esperó.

Al otro lado de la plaza del jardín central en el Dodger Stadium, una horda de periodistas había aguardado la señal de arranque. Una vez que ésta llegó, comenzó la estampida.

Reporteros y fotógrafos corrían, ignorando las órdenes de seguridad de caminar, con el afán de llegar primero a Ohtani.

Salvo por el hecho de que no se escuchó ningún grito, la escena habría sido propia de un concierto de los Beatles en el Dodger Stadium en 1966.

“Eso es lo que hago cada vez que él aparece en el vestuario”, bromeó Brent Honeywell, relevista de los Dodgers.

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El caos del jueves probablemente fue sólo el comienzo mientras los Dodgers y los Yankees de Nueva York se preparaban para el juego inaugural de la Serie Mundial, previsto para este viernes por la noche.

“Sólo siento que finalmente ha llegado”, dijo Ohtani.

Bien podría haber estado hablando de sí mismo.

“He estado viendo la Serie Mundial todos los años con un sentimiento de decepción porque no podía jugar en una”, reconoció el astro japonés, en alusión a sus seis temporadas perdedoras con los Angels de Los Ángeles antes de unirse a los Dodgers con un contrato de 700 millones de dólares en el receso previo a esta campaña. “Pero este año, puedo participar en una y realmente lo espero con ansias”.

La “Ohtanimanía” ha llegado a la Serie Mundial. Conocido ampliamente por sus capacidades simultáneas como pitcher y bateador, Ohtani no ha lanzado esta temporada mientras se recupera de una cirugía en el codo derecho.

El mánager de los Dodgers, Dave Roberts, insistió el jueves en que no espera que Ohtani lance contra Nueva York.

“No hay posibilidad, ninguna en absoluto”, dijo. “Gracias por preguntar”.

Pero todos los ojos siguen puestos en él. No es un fenómeno nuevo para la estrella internacional de 30 años.

Ohtani parecía imperturbable ante los empujones y la muralla de cámaras y micrófonos apuntados hacia él. Recargó sus brazos sobre la mesa, entrelazó los dedos, con una leve sonrisa en su rostro juvenil.

Shohei Ohtani hablando con los medios el día antes del primer juego de la Serie Mundial.
Shohei Ohtani hablando con los medios el día antes del primer juego de la Serie Mundial. (Ashley Landis)

“El chico nunca duda”, dijo Honeywell, vistiendo una camiseta conmemorativa del logro histórico de 50 jonrones y 50 bases robadas de Ohtani en una temporada. “Es tal como se anuncia”.

El entrenador de banca de los Yankees, Brad Ausmus, dirigió a Ohtani y a los Angelinos en 2019. Ohtani jugó una campaña acortada ese año ya que se estaba recuperando de la cirugía de Tommy John al inicio y se sometió a una operación de rodilla hacia el final.

“No me sorprendería si lograra 60-60 y 20 victorias el año que viene”, dijo Ausmus. “Este tipo es el mejor pelotero de todos los tiempos y no hay alguien que le siga de cerca”.

Ohtani tiene sólo tres jonrones y ninguna base robada esta postemporada, después de sus 54 vuelacercas y 59 hurtos durante la campaña regular. Está bateando para .286 con 10 carreras impulsadas, conectando de 9-6 con corredores en posición de anotar.

“Es como un unicornio”, dijo el pelotero de cuadro de los Yankees, Jazz Chisholm Jr. “Pero nosotros tenemos uno propio”.

Se trataría del toletero Aaron Judge. Él y Ohtani, los dos mayores jonroneros, intercambiaron cumplidos sin que el otro estuviera presente.

Cuando le dijeron que Judge lo llamó el mejor beisbolista, Ohtani respondió: “Me siento honrado de que así lo piense. Él también es uno de los mejores jugadores de esta liga”.

Judge dijo: “Puede atacarte de muchas maneras diferentes. Puede batear con poder, por el promedio, es una batalla difícil”.

El jardinero dominicano de los Yankees, Juan Soto, está más impresionado por la consistencia de Ohtani.

“No es que despegue y luego descienda”, recalcó. “Ha estado subiendo todo el camino, poco a poco y alcanza sus metas. Trabaja todos los días y está enfocado en lo que quiere”.

Japón ya ha estado sintonizando los playoffs en niveles récord para ver a Ohtani y a su compatriota Yoshinobu Yamamoto, novato de 325 millones de dólares.

Ohtani tendrá su sección personal de animadores presente.

Se espera que sus padres asistan a la Serie Mundial. No mencionó a su nueva esposa, Mamiko, quien ha sido una presencia esquiva durante los playoffs.

¿Y su perro Decoy?

“Si está en buena forma, sí lo hará”, dijo Ohtani respecto del cachorro popularizado en sus zapatos y en el muñeco con su imagen que se obsequió a los fanáticos esta temporada. Decoy incluso protagonizó una ceremonia del primer lanzamiento con la ayuda de Ohtani.

Después de casi 20 minutos de escuchar preguntas en inglés, Ohtani pasó a la sesión en japonés.

En cualquier idioma, tiene el mismo objetivo.

“El momento más grandioso que espero es que podamos celebrar con una victoria en la Serie Mundial”, dijo.