La bulla boricua ha sido gasolina para el Team Rubio
Los jugadores está gozándose el apoyo de la fanaticada en el parque y donde quiera que van en Miami.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Miami. Según lo cuenta el guardabosque boricua Kike Hernández, él nunca había escuchado un rugir tan potente como el que está presentando la fanaticada boricua en los partidos de la primera ronda del Clásico Mundial de Béisbol en el estadio loanDepot Park de esta ciudad.
Y es que al estadio han asistido miles de boricuas que componen una gran mayoría de los más de 35,000 fanáticos que han llenado el loanDepot Park para cada juego de la primera ronda del torneo, el cual se ha jugado con el techo del estadio cerrado, lo que evita que las ovaciones escapen del lugar.
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“Ese es el mejor público hasta ahora. He ido a tres Series Mundiales y el público que escuché aquí el domingo, cuando hicimos la reacción ante Venezuela, ha sido el que más duro he escuchado en mi carrera. La vibra y energía en el estadio ha sido brutal”, dijo el jardinero central.
La muestra de los tres juegos previos de Puerto Rico es que la fanaticada boricua hará su parte para llenar secciones del estadio. Miles de boricuas viajaron desde la Isla y otros destinos, incluidos desde la propia Florida, para presenciar los juegos y apoyar a su equipo.
Han llegado de muchas municipio de la Isla, como Naguabo y pueblos del este para seguir no solamente al Team Rubio sino también a los cinco nagüabeños que están en la nómina como el relevista Edwin ‘Sugar’ Díaz y el catcher Martín ‘Machete’ Maldonado.
Los boricuas viajaron en grupo y se han encontrado aquí con compueblanos por sorpresa.
“Nos hemos encontrado compañero de por casualidad. Nos sentimos como si estuviésemos en casa”, dijo Kenneth Dávila, de Naguabo.
Ciertamente, dentro del estadio se ha notado un ambiente caluroso a favor del seleccionado boricua. Familias y amistades se han acompañado en los juegos para ver a Puerto Rico, que le ha tocado estar en el dugout de tercera base en todos los previos partidos.
También se han encontrado aquí con familiares que desconocían vendría y hace mucho tiempo no veían.
“Venimos de San Juan, de Río Grande, de Carolina, de Naguabo. Aquí me he encontrado hasta familiares con lo que no tenía mucha confianza, a gente del mismo pueblo. Ha sido como en casa, espectacular”, dijo Wilfredo Astacio de Naguabo.
Otra gran parte de la fanaticada la componen los boricuas de Florida, como los locales de Miami o los que guiaron durante horas en carro hasta esta ciudad desde Orlando, Jacksonville y Tampa, entre otras ciudades.
Ese sector de la fanaticada ha vivido la misma experiencia del fanático que llegó desde la Isla.
“Al ser algo tan grande, vimos seis horas desde Jacksonville. Vivo aquí y a mí no se me hace largo. He visto muchos puertorriqueños de la Isla, como este primo mío que vino de allá y está con nosotros. También hay muchos que somos de aquí”, dijo el residente de Jacksonville.