El teléfono de Josué Espada no ha parado de sonar en las últimas 48 horas, como si fuera Navidad o Despedida de Año.

Dusty Baker, George Springer A.J. Hinch y Freddie González son algunos de los que han dado a Espada una llamada para felicitarlo por alcanzar la postemporada como dirigente y como técnico y líder probado por los obstáculos que ayudó a los Astros de Houston a superar a lo largo de su temporada de novato.

“Han sido 48 horas bien emocionales. De verdad”, dijo Espada en conversación con Primera Hora y haciendo referencia a las comunicaciones tenidas con sus pasados dirigentes, como el legendario Baker y Hinch en Houston, así como González en los Marlins de Florida (ahora Miami), y peloteros con los que trabajó en Houston como Springer.

Relacionadas

“Muchas personas, como gerentes generales, me han dado un abrazo porque se sienten bien contentos de mis logros”, abundó.

Espada no solamente dirigió a los Astros a la clasificación, sino que también los guió a su cuarto título corrido de la División Oeste de la Liga Americana y a su octava postemporada corrida.

Jason Heyward y los Astros de Houston aseguraron su cuarto título corrido del Oeste
Jason Heyward y los Astros de Houston aseguraron su cuarto título corrido del Oeste (Michael Wyke)

Pero el camino no fue tan fácil como un ‘bombito al pitcher’. El camino estuvo lleno de lesiones en lanzadores abridores y al del estelar jardinero Kyle Tucker. Todo eso hizo a Espada tener que probarse como dirigente teniendo que armar sus alineaciones casi a diario, así como liderar el camerino para mantener a flote a los jugadores.

Dijo que tuvo que darle la bola lanzadores abridores jóvenes para hacer un trabajo que tal vez estaba por encima de su nivel de desarrollo. Y agregó que en el campo encontró la respuesta de héroes anónimos que salieron al terreno a llenar zapatos de otros.

“Saben lo difícil que fue para este equipo al inicio de la temporada. No salimos bien del bloque. Pero este equipo nunca perdió la fe y la esperanza. Esa fue mi misión: mantener el grupo unido, enfocado, en la misma página. El mensaje fue bien importante. Había que ser transparente con los muchachos. Y al ver a los muchachos celebrando en el terreno la clasificación, pensé en lo difícil que fueron esos primeros meses de la temporada, pero a la misma vez contento por verlos luchar. Es algo que nunca voy a olvidar”, describió.

Los abridores Justin Verlander, Cristian Javier, José Urquidy comenzaron la temporada lastimados o nunca la iniciaron. Ronel Blanco, Spencer Arriguetti, Hunter Brown llenaron sus espacios. El relevista Brian Abreu tampoco comenzó la temporada. Tucker se perdió 80 juegos. Tampoco hizo su trabajo el primera base José Abreu, al punto que la organización tomó la decisión de dejarlo libre en junio.

El equipo estuvo 10 juegos por debajo en la División al mes de junio y las miradas se dirigieron al dirigente ‘novato’, que se probó como líder y técnico y que se benefició de su experiencia como coach de banco, dijo.

“En todos mis años aquí“, relató Espada, quien fue siete años coach de banco de los Astros previo a su ascenso a dirigente, “nunca habíamos comenzado así. Y eso prueba tu fe de cristiano. Ahí es que Dios quiere ver lo fuerte que eres. Mantuve mi fe y la fe en el grupo”.

“Mi mensaje siempre fue el mismo para los muchachos. Como líder no puedes flaquear porque los jugadores te están mirando, analizando cómo actúas en momentos buenos o malos. Fueron pruebas necesarias para yo desarrollarme y ayudar a ganar a este equipo. Mi relación con mis coaches y los jugadores también fue una prueba. Cuando las cosas están mal, no puedes alejarte. Y tienes que hacer ajustes en las prácticas o en el juego. Mi fe y mi habilidad para mantener las cosas calmadas fueron probadas desde el principio. Si no hubiera sido por mi experiencia de años aquí, creo que la relación con los jugadores hubiera sido un poco más difícil”, admitió.

Kyle Tucker estuvo ausente por lesión durante 80 partidos.
Kyle Tucker estuvo ausente por lesión durante 80 partidos. (The Associated Press)

Espada también se benefició de los héroes anónimos y de jugadores con los que tuvo exigencias de hacer labores que no le tocaban hacer en esta temporada. Con su núcleo de José Altuve, Yordan Álvarez, Alex Bregman y Ryan Pressley, y con sus héroes anónimos y jugadores que tuvieron que ‘hacerse hombres’ durante la temporada, los Astros de Espada van a terminar la segunda mitad de la temporada regular con una de las mejores marcas en las Grandes Ligas.

Uno de esos héroes anónimos lo es el coameño y receptor Víctor Caratini, quien también ha jugado la inicial que quedó abierta cuando el equipo dio de baja a Abreu. Caratini además ha sido bateador designado, bateador emergente y un ambidextro con el que Espada puede jugar en la alineación.

“He dicho esto a la prensa en Houston: Caratini ha sido de las mejores firmas de agente libre en las Grandes Ligas de este pasado año”, dijo Espada. “La gente sabe, pero él pasa por debajo del radar. Cuando hablan de los agentes libres, hablan de los nombres grandes, pero lo que ha hecho Caratini para mantener este equipo unido, para ayudar a Yainer Díaz (catcher titular) es grande. Ha dado hits grandísimos saliendo del banco, lo que lo convierte en un jugador clave para el equipo”.

Los retos de la temporada regular no han concluido para los Astros. El equipo se dirige a una última serie ante Cleveland desde el viernes sin el toletero Álvarez (lesión de rodilla) y ante unos Guardians que pintan como sus posibles rivales en una serie de división.

“Tengo fe en que Yordán va a volver en la postemporada, pero en este momentos necesitamos a alguien que tome las riendas y aparezca en la portada de los periódicos. No hay testimonio si no te pruebas. Ahí viene otra prueba”.