MANATÍ. El jugador y dirigente de los Atenienses de Manatí, José Ponce, hizo historia, creó emoción y provocó la formulación de una pregunta.

Todo eso hizo al pegar el domingo su hit 900 en la Doble A ante una recta del zurdo de los Lancheros de Cataño, Edgar Morales, en la quinta entrada de la doble tanda en el estadio Pedro Román Meléndez.

Ponce alcanzó los 900 indiscutibles en la pelota Doble A e ingresó a un club en el que, en los 80 años de historia de la liga, solo habían entrado los fenecidos Alcides Curet y Luis Raúl ‘Rolo’ Colón.

Pasaron 28 temporadas para poder ver un nuevo integrante en el club. Colón fue el segundo y lo hizo en el 1991, en la última de sus 26 temporadas. Curet dio su hit 900 en el 1990.

“Me siento más que agradecido con lo que me ha dado el béisbol. Agradecido de Dios por lograr este sueño y porque me uno a dos grandes de esta pelota dominguera”, dijo Ponce junto a familiares sobre el terreno de juego, tras una ceremonia de reconocimiento que le preparó la Federación de Béisbol de Puerto Rico.

Tras dar dos outs dentro del cuadro ante Morales, Ponce aumentó su presión considerando que solo sumaba un hit en sus más recientes 10 turnos al bate. El pelotero reveló que pensó en cometer un pecado no escrito en el béisbol: tocar la bola para llegar a la gesta. Pero mantuvo su postura y conectó la línea.

“Cuando la vi en el hueco por encima del siore dije: ‘esa pica’. Trataba de buscar ese hit como quiera. Hasta pensé tocar para quitarme esa presión. Pero, para que la gente no dijera, quería el hit limpio. Cuando uno está incómodo en el plato, esas cosas pasan por la mente”, dijo Ponce, quien es natural de Río Piedras.

Ponce no se quedó ahí, y en el segundo juego de la doble tanda dio dos imparables para empatar con Colón en el segundo lugar en la lista del club. Cataño y Manatí dividieron honores. Los Lancheros ganaron el primer desafío por 9-4 y los Atenienses se llevaron el segundo con pizarra 5-4.

“Mi objetivo era llegar a los 900 hits. Si estoy un lugar más arriba no hace la diferencia”, dijo con humildad.

Ponce también creó emoción al dedicar el imparable 900 y la bola histórica a su hermano Jaime, presente en el estadio en silla de ruedas y a quien llamó su “guerrero”.

Jaime es el exatleta y entrenador de canotaje que fue operado de emergencia el año pasado en Canadá tras sufrir una accidente cerebrovascular durante una competencia y que requirió de un transporte en ambulancia aérea a Puerto Rico. 

Este dijo que era un compromiso estar ayer en el estadio.

“No podía faltar aquí”, dijo sosteniendo la bola histórica.

El hit 900 de Ponce en esta época del Béisbol Superior originó la interrogante de si algún otro pelotero llegará a dicha suma.

Esa pregunta la contestó el presidente de la Federación de Béisbol, José Quiles, quien presenció el momento.

“A mi entender (Ponce) debe ser el último, porque entre los jugadores activos que tenemos ninguno tiene 700 hits y ya los juegos son menos (20), no como antes, que eran 32 o 36 juegos”, dijo Quiles. 

“Ponce debe ser el último. Había que venir a verlo. Puede ser que muchos de los que estamos en el parque no volvamos a ver esto otra vez”, agregó.

El toletero y agente libre Luis ‘Bam Bam’ Ortiz es el más cercano a los 900 hits. Tiene 683 imparables.

Ponce alcanzó la marca durante su temporada número 34 en la Doble A. De ellas, jugó sus primeras 20 y sus dos más recientes con Manatí.

Entre todas ellas, en 27 campañas bateó sobre .300 de promedio, incluyendo dos de sobre .400.

Curet fue estrella de los Petateros de Sabana Grande entre las décadas del 1970 y 1990, mientras que Colón dejó su legado durante esa misma época con los Toritos de Cayey.

Entre los tres, Ponce es por mucho el que más temporadas ha jugado en la Doble A. Curet y Colón vieron acción durante 26 temporadas.

Pero la cantidad de turnos que consumieron es muy similar en el trío. En gran parte de la época de Ponce, el calendario de temporada regular ha sido de 20 juegos por equipo, mientras que en la época de Curet y Colón las temporadas eran de 30 encuentros.

Previo al juego de ayer, Ponce había consumido 2,743 turnos, mientras que Curet tuvo 2,754 y Colón 2,708.

Vale destacar, de paso, que Ponce solo jugó con bate de aluminio en su temporada de debut en el 1986. Luego, la liga eliminó su uso para sustituirlo por bates de madera. Igualmente, Ponce ha jugado parte de su carrera en la era de los jugadores profesionales en el torneo, que inició en el 2006.

En cuanto al resto de la acción de ayer, los Sultanes de Mayagüez, Titanes de Florida y Leones de Patillas se convirtieron en los primeros equipos con en ponchar boletos a la postemporada.

En tanto, el novato juvenil de los Cardenales de Lajas, Gerani Colón, conectó tres cuadrangulares en la jornada.