Dicen que no hay nada mejor que una buena primera impresión, y eso fue precisamente lo que se llevó el dirigente de los Cachorros de Chicago, Joe Maddon, con su nuevo jugador, el prospecto boricua Javier Báez. 

Justo en su primer turno en la ofensiva durante el cuarto partido de la serie final de la liga invernal el pasado sábado, Báez le demostró a Maddon, quien observaba en primera fila al lado del dugout de los Cangrejeros de Santurce, porqué hay que tener mucha esperanza con el boricua, además de paciencia en su aprendizaje en el juego. 

“Estoy muy complacido con lo visto con Javier. (En la segunda entrada) él vino con dos outs, sin nadie en base, y bateó un sencillo y luego anotó una carrera. Eso es lo que ayuda a ganar juegos, además de que  jugó muy bien en segunda base”, dijo un complacido Maddon a Primera Hora luego del partido en el que Santurce salió por la puerta ancha el pasado sábado en el estadio Hiram Bithorn en San Juan. 

Relacionadas

Báez hizo su debut con la novena del norte de Chicago en agosto de 2014. En la franquicia hay mucha expectativa  con él, y con lo que vio Maddon el sábado sabe que tienen un jugador con mucha opción de dejar su huella en el terreno de juego. 

“Es un joven talentoso. Mi primera impresión es que él quiere aprender. La gente tiende a ser muy crítica, pero el solo tiene 22 años y está comenzado a aprender este juego. Le veo que le importa y quiere trabajar para mejorar. Tiene todos los ingredientes para ser un gran jugador”, subrayó Maddon, quien va para su primera campaña con los Cachorros luego de nueve temporadas con Tampa Bay.

Cero preocupación por los ponches 

Una de las críticas que se le señala al juego de Báez es su gran número de ponches, tanto en las Grandes Ligas como en su participación con Santurce en la liga invernal. En 52 partidos con los Cachorros, Báez se abanicó en 95 ocasiones, mientras en la serie regular con Santurce se ponchó 21 veces en 11 encuentros. En los primeros tres juegos de la serie final, Báez fue ponchado en siete ocasiones, aunque en el cuarto partido se fue en cero en esa estadística. 

Sin embargo, esos números no le quitan el sueño a Maddon, porque sabe de la capacidad de Báez y  de lo que  puede traer al juego y para el futuro de los Cachorros. 

“Según siga madurando, él va a entender cómo trabajar en el plato”, dijo Maddon, de 60 años. “Tiene tremendo talento. Él es muy bueno y su bateo va a mejorar según pase el tiempo”, finalizó Maddon,  quien también estuvo presente en el quinto partido de la final ayer en Mayagüez.  

De hecho, ambos partidos fueron los primeros de la liga invernal que Maddon tuvo la oportunidad de ver en persona. Anteriormente, visitó a Puerto Rico en 2002, cuando siendo coach de los Angelinos de Anaheim, su equipo jugó en el estadio de la capital contra los Expos de Montreal