Jackie Robinson dividió la historia del béisbol de las Grandes Ligas en dos partes a la vez que con paso firme y determinante impactó a toda la sociedad de los Estados Unidos, y también la de Puerto Rico.

El segunda base y primer afroamericano en jugar en las Mayores al quebrar la barrera del racismo en el béisbol, con los Dodgers de Brooklyn, el 15 de abril de 1947 tocó a muchos corazones en Puerto Rico al realizar varias visitas a la Isla.

“Robinson debió haber sido una persona de mucho carácter y el esfuerzo que realizaba para contenerse ante las injusticias en que vivía pudo haber contribuido a que muriera a la temprana edad de 51 años”, aseguró Colón- Delgado al recordar todas las situaciones que tuvo que pasar Robinson en paso por las Mayores.

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“Él no era una persona sumisa por lo que debió haber sido fácil contener la furia. Quizás, el haber servido en el Ejército por dos años le ayudó a tener un control total de sus emociones y no permitir que eso lo sacara de su enfoque”, explicó.

Según quedó evidenciado por varias fotos, Robinson vino a la Isla y hasta se rumoró que firmó un contrato para jugar en la Liga de Béisbol Profesional con los Indios de Mayagüez.

Una de sus visitas fue para la premier de la película The Jackie Robinson Story, un largometraje biográfico que fue protagonizado por él mismo en el 1950.

“A él y a su esposa le encantaba venir a Puerto Rico. Incluso, en uno de los aniversarios de boda se hospedó en el Caribe Hilton. Él tenía una relación muy estrecha con la Isla por los amigos que tenía en Puerto Rico. Todo eso está documentado en los periódicos de la época”, sostuvo el historiador deportivo Jorge Colón-Delgado.

En Puerto Rico tenía grandes amigos como el dueño de los Indios de Mayagüez, Alfonso Valdés, el dueño de los Cangrejeros de Santurce, Pedrín Zorrilla, y su ex compañero en las Grandes Ligas, Luis Rodríguez Olmo.

Contactado por Primera Hora, Olmo recordó su buena amistad con Robinson.

“Jugué con él cuando regresé de mi suspensión en el 1948. Recuerdo que él era todo un caballero. Fue un gran amigo y vino varias veces a Puerto Rico”, recordó Rodríguez Olmo.

Colón-Delgado aseguró que, en un momento dado, ante las constantes visitas de Robinson en Puerto Rico, se llegó a especular que podría jugar con los Indios.

“Sus visitas al estadio de Mayagüez y su gran amistad con Valdés hizo pensar a muchos la posibilidad de que él podría vestir el uniforme de los Indios. Se mencionaba fuertemente que incluso había firmado un contrato. Sin embargo, eso nunca se concretó”, aseguró Colón-Delgado.

Para Colón-Delgado la gesta lograda por Robinson en las Grandes Ligastambi;en le abrió las puertas al pelotero negro latino.

“Robinson no tan sólo le abrió las puertas a los afroamericanos sino que también lo hizo con los negros latinos. Se podría decir que su lucha también le dio paso a jugadores como Orestes Miñoso y el mismo Roberto Clemente. Su legado también se extiende al pelotero latino”, dijo Colón-Delgado haciendo referencia al cubano “Minnie” Miñoso, quien fue el primer negro latino y estuvo 17 temporadas activo en las Mayores a partir del 1949.