El jugador del cuadro de los Cangrejeros de Santurce, Iván de Jesús Jr., se ha puesto la capucha de verdugo en el inicio de la temporada de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente. 

De Jesús  ha sido uno  de los pilares en la ofensiva de los bicampeones  con un promedio de bateo de .385  en los primeros tres juegos de los crustáceos. 

Sin embargo, lo caliente de su bate no se da en  la nada. El guaynabeño viene de jugar, con los Rojos de Cincinnati,  su primera temporada completa en las Grandes Ligas.

Fue una  campaña  en la que abrazó por completo su rol de utility y demostró  a lo más alto la madurez de su juego.

“No te puedo decir que la temporada fue excelente, pero si puedo catalogarla como aceptable. Hace varios años  yo no aceptaba este trabajo (de utility), pero este año lo acepté y pude terminar el año como  yo quería”,  aseguró en entrevista reciente con Primera Hora.     

De Jesús   –de 29 años–  bateó para promedio de .253 con 10 dobles, un  jonrón  y 20 carreras remolcadas en 104 juegos.

“Se me hizo bien difícil (la temporada)  al principio porque el ritmo no estaba como yo quería. No había jugado en Puerto Rico y estaba como perdido. Pero , poco a poco,      iba cogiendo el ritmo. Pude encontrarme y  aprovechar  cada    oportunidad. Especialmente, saliendo del banco. Lo importante es que pude terminar fuerte”, sostuvo. 

En efecto,  De Jesús   elevó sus números ofensivos en la segunda mitad de la temporada.  En los 57 juegos que jugó  luego del Juego de Estrellas, bateó para promedio de .281.

 “Me  siento contento, no tanto con el bateo,  sino en la manera en que jugué a la defensa saliendo del banco, que es lo más  difícil dentro de las Grandes Ligas. Especialmente en la Liga Nacional”, continuó.

Difícil proceso 

  Sin embargo, aceptar ser un  utility  es un proceso complicado que implica entender  que ya no se jugará todos los días en el diamante, además de   comprender  que  muchas veces su entrada al juego será  por una táctica  defensiva, en la   que posiblemente se consumirá  solo un turno al bate.

 “Yo no aceptaba  ese rol. No lo aceptaba por un poco de orgullo porque fui un round alto cuando   firmé con los Dodgers, fui un prospecto importante con los Dodgers y puse mis números en las Ligas Menores. En un momento, quería más y no lo veía. Me veía como un pelotero regular  de todos los días  porque toda mi vida lo había hecho así”, confesó  De Jesús, quien  fue seleccionado  por los Dodgers en la segunda ronda del Sorteo de Novatos de 2005 y debutó en las Mayores  seis años más tarde.

 Pero, este año  su orgullo tomó  sus maletas y se  fue a dar un viaje que no tiene boleto de retorno. 

“Este año  lo acepté. Dejé ese orgullo que tenía de joven. En la pelota se madura  todos los años y este año acepté el reto. Encontré la madurez en un buen momento, me hubiese gustado haberla encontrado más temprano y haber aceptado el rol  cuando jugué en las Grandes Ligas en el 2011. Pero, nunca es tarde.       Gracias a Dios, todo salió bien”, sentenció.