En los últimos 19 años, ningún lanzador en la Liga de Béisbol Profesional de Puerto Rico ha registrado mejor efectividad que la que alcanzó el serpentinero de los Indios de Mayagüez Fernando Figueroa en la temporada de 1992-1993.

En una era en que la Liga Invernal gozaba de figuras de calidad de Grandes Ligas de la talla de Juan “Igor” González, Edgar Martínez, Roberto Alomar y Bernie Williams, entre otros, Figueroa acumuló la minúscula efectividad de 0.64 en 42.2 entradas trabajadas para la tribu, marca que aún permanece entre los lanzadores que han trabajado hasta un máximo de 59 entradas en una temporada.

Casi dos décadas después, Figueroa revivió aquella histórica temporada, la ayuda que recibió del estelar receptor Iván Rodríguez y lo difícil que fue mantener su labor efectiva ante tantas figuras de calibre ligamayorista.

“Ese año mi catcher era Iván Rodríguez y creo que parte de mi éxito fue porque él me guió en lo pitcheos”, recordó Figueroa, quien junto a Rodríguez estaban prestados en Mayagüez luego que Caguas se acogiera por dos años al receso.

El veterano lanzador, quien también militó en los Lobos de Arecibo y los Leones de Ponce, recordó lo difícil que era subirse a la lomita a enfrentar a jugadores que ya se habían probado en las Mayores.

“Eran alineaciones que había que trabajarlas con cuidado porque desde el primero hasta el noveno no había descanso. Todos los equipos tenían dos o tres peloteros de Grandes Ligas”, sostuvo Figueroa, quien también atribuyó la marca al gran trabajo defensivo que tenía el cuadro interior de los Indios.

El registro de Figueroa sigue siendo el más bajo para un lanzador en el béisbol boricua. Sin embargo, Leroy “Satchel” Paige es considerado como el lanzador con la mejor efectividad de la historia, ya que consiguió ERA de 1.93 en más de 200 entradas trabajadas.

No fue hasta la temporada 2006-2007 que el lanzador panameño Bruce Chen hizo recordar la gesta de Figueroa al concluir la temporada regular con una efectividad de 0.72.

“Recuerdo como ayer que Bruce Chen estuvo cerca de alcanzar el récord. Ese día iba caminando hacia el estadio cuando me llaman para decirme que se salvó el récord. Chris Amador le había dado un jonrón al primer lanzamiento que hizo Chen y ya no había forma de que lo rompiera”, rememoró Figueroa con una tímida sonrisa.