Según cuenta Henry Ramos, los primeros días de septiembre, unos en los que usualmente suceden llamados para ascender a las Grandes Ligas cuando se expanden los rosters de los equipos, ya habían pasado y por ello, ya no esperaba subir por primera vez a las Grandes Ligas en este 2021.

Pero la llamada entró igualmente y le sorprendió.

“Pensé que sería para el próximo año. Me sorprendió, sí“, dijo el jardinero.

Ramos, de 29 años y 11 temporadas en las ligas menores debutó el domingo con los Diamonbacks de Arizona. Dio un hit en su único turno.

La llamada llegó el sábado en la noche, luego de un partido con su equipo de Triple A de Arizona, los Aces de Reno en Nevada. Esa noche, además, Ramos fue expulsado del juego luego de pegar un cuadrangular. Ramos dijo que estaba metido de cabeza en la “picante” serie contra Tacoma (Mariners de Seattle) por la lucha del primer lugar de la División Oste de la liga Triple A Oeste. Fue expulsado porque celebró su jonrón con un lanzamiento del bate al aire, y recorrió el camino en acto de celebración, lo que molestó a los oponentes y llevó a un jugador del cuadro a querer pelear con él, a quien Ramos en el proceso le tiró a dar con el casco.

Ramos estaba quemando la Triple A cuando fue llamado. Estaba en su undécima temporada en las ligas menores. Combina su participación alla con la acción en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente con los Indios de Mayagüez. Tiene 29 años.

La llamada de los Diamonbacks no fue lo único que le sorprendió el sábado en la noche para el maunabeño, hermano del prospecto de los Giants de San Francisco, Heliot Ramos, y del goleador boricua Héctor ‘Pito’ Ramos, quien está activo en la primera división del fútbol de Guatemala.

Llamó a Heliot y no podía reconocerlo por teléfono. Llamó a Pito y creyó que el goleador dejaría Guatemala para ir a felicitarlo en Arizona.

“A Heliot nunca lo he escuchado tan feliz y Pito me dijo que estaba saliendo de Guatemala para acá“, dijo.

Más sorpresas ocurrieron esa noche, dijo el hijo de Agapito Ramos Velázquez y Norma Lebrón Patrón.

“Llamé esa noche a Papi y pensé que él iba a pensar que algo había sucedido mal”, dijo sobre la llamada en horario de madrugada de Puerto Rico. “Y papi se quedó mudo porque él también ha sudado y se ha bebido lágrimas para llegar a este momento”.

Una sorpresa más esperaba a Ramos en el camerino de los Diamonbacks para su debut el domingo ante los Mariners de Seattle.

En el camerino suyo colgada la camiseta de juego local con el número 14 al dorso, el número que usa en Mayagüez en honor a su padre.

“Todo el mundo sabe que cuando uno llega acá arriba no escoge los número; te los dan, y te dan números altos. Cuando vi la camiseta, me sonreí porque pensé que las cosas de Dios son así“, dijo.

Lo que no le sorprendió fue la curva que le lanzó el derecho Erik Swanson su primer turno en las Grandes Ligas. Éste ocurrió en la séptima entrada del domingo, cuando Ramos entró a batear de emergente por Tyler Gilbert ante Swanson.

Ramos le esperó la curva a Swanson y le dio una línea al central para su histórico primer sencillo.

El boricua sonrió e hizo una reverencia al cielo al llegar a primera base.

“Dios ha estado conmigo en todo este tiempo. Logré el sueño que tenía desde antes ser drafteado”, dijo.